El Sindicato del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), representado por el SIID, ha emitido una denuncia contundente sobre la situación actual del Sena Centro Industrial y de Aviación. Según el sindicato, la institución está al borde del colapso debido a una serie de problemas graves que van desde la escasez de materiales de formación hasta la falta de servicios básicos como agua y electricidad.
La denuncia detalla una serie de irregularidades que revelan una negligencia administrativa alarmante. Entre los problemas reportados se encuentra una crónica escasez de materiales de formación, un marcado deterioro de la infraestructura física, y la tercerización de servicios esenciales que deberían ser responsabilidad directa del Sena.

Además, se ha señalado que las condiciones sanitarias son insalubres y que los baños tanto para aprendices como para funcionarios están en pésimo estado de conservación. La falta de acceso a servicios básicos como agua y alcantarillado agrava aún más esta situación, y se ha informado que algunos espacios han estado sin suministro eléctrico durante periodos prolongados.
La denuncia también destaca la falta de atención a las necesidades especiales de ciertos estudiantes, quienes han sido víctimas de maltrato y discriminación en las instalaciones del Sena. Esta falta de inclusión y respeto hacia la diversidad de la comunidad educativa es inaceptable y requiere una acción inmediata por parte de las autoridades competentes.
Además, se ha denunciado la deficiencia en los servicios de internet y conectividad, lo cual limita el acceso a recursos educativos digitales y dificulta la comunicación entre estudiantes y docentes. Esta falta de infraestructura tecnológica es especialmente preocupante en un mundo cada vez más digitalizado, donde el acceso a la información y la formación en habilidades tecnológicas son cruciales para el éxito profesional.
En medio de un ambiente tenso, el miembro sindical Wilmaro Garay Guerrero, ha alzado su voz para denunciar públicamente lo que describe como una situación preocupante dentro de la institución. En una entrevista exclusiva con este medio, Garay Guerrero no escatimó palabras al señalar la corrupción y la desidia administrativa que, según él, están minando la calidad de la formación profesional en el Sena.
Es fundamental que las autoridades competentes tomen medidas inmediatas para abordar estos problemas y garantizar que el Sena pueda continuar cumpliendo su misión de proporcionar una formación de alta calidad a los estudiantes. La ciudadanía debe exigir transparencia y rendición de cuentas en el manejo de los recursos públicos destinados a la educación. En un país donde la corrupción y el clientelismo son problemas persistentes, es crucial que se establezcan mecanismos efectivos de control y vigilancia para evitar el uso indebido de los recursos del Estado y garantizar una gestión pública honesta y transparente.
“El problema aquí no es de recursos, el problema es de desadministración, es de corrupción”, afirmó con vehemencia Wilmaro Garay Guerrero, miembro sindical del Sena. Destacó la falta de mantenimiento preventivo, citando el caso del fluido eléctrico como un ejemplo evidente de esta negligencia. Además, señaló la presunta inclusión de personal sin la debida experiencia, lo que sugiere que se están favoreciendo intereses políticos por encima de la calidad educativa.
Garay Guerrero también criticó la falta de control administrativo por parte de la Dirección General del Sena, especialmente en las regionales, con énfasis en la del Atlántico. Aseguró que las denuncias a nivel nacional han sido ignoradas por el director general, Jorge Londoño Ulloa, quien, según él, ha hecho caso omiso de los problemas internos.
En resumen, la denuncia del SIID Sena revela una situación alarmante en las instalaciones de la Calle 30. La negligencia administrativa ha dejado a la institución al borde del colapso. Es imperativo que las autoridades competentes tomen medidas inmediatas para abordar estos problemas y garantizar un ambiente de aprendizaje seguro, inclusivo y propicio para el desarrollo integral de los estudiantes.
La ciudadanía debe exigir transparencia y rendición de cuentas en el manejo de los recursos públicos destinados a la educación. En un país donde la corrupción y el clientelismo son problemas persistentes, es crucial que se establezcan mecanismos efectivos de control y vigilancia para evitar el uso indebido de los recursos del Estado y garantizar una gestión pública honesta y transparente. La educación es un derecho fundamental y es responsabilidad de todos garantizar que se respete y se promueva de manera justa y equitativa.