Según informes, Char gasta $26.500.000 diarios en publicidad, una suma que un ciudadano de estrato bajo en Barranquilla no lograría ganar en toda su vida.
Estos gastos son destinados a tres empresas de publicidad encargadas de organizar todo el material publicitario que circula en los canales virtuales de internet. Sin embargo, esta cifra no incluye los contratos con operadores de servicios de pautas periodísticas, como Coopercon, una cooperativa de comunicadores sociales cuestionada. Si se incluyeran estos contratos, la cifra diaria podría ascender a $50 millones de pesos.
La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) ha investigado estos gastos y ha encontrado que ni en Barranquilla ni en otras capitales del país, estas inversiones siguen los principios de austeridad y pluralidad de la contratación pública. En cambio, los gobernantes las usan para amarrar fidelidades, acallar críticas, enaltecer su imagen, contratar ‘a dedo’ y disfrazar de periodismo la propaganda.
Además, se ha denunciado que tres contratos por $5.000 millones de pesos a empresas de publicidad están vinculados a la corrupción y el latrocinio que impera en la administración distrital. Se ha señalado que una de estas empresas pertenece presuntamente a Miguel Char, primo del alcalde, y otra es propiedad, por interpuesta persona, del secretario de Comunicaciones del distrito, Ricardo Villa.
El excesivo gasto en publicidad no solo representa un despilfarro de recursos públicos, sino que también distorsiona la verdadera función de la comunicación gubernamental. En lugar de informar de manera objetiva y transparente sobre las acciones y programas de gobierno, este derroche de dinero se convierte en una herramienta para perpetuar el poder, silenciar voces críticas y promover una imagen favorable del mandatario en turno.
Es fundamental que la ciudadanía exija transparencia y rendición de cuentas en el manejo de los recursos públicos destinados a la comunicación oficial. Los gobernantes tienen la responsabilidad de utilizar estos fondos de manera responsable y ética, priorizando siempre el bienestar de los ciudadanos por encima de cualquier interés personal o político.
En un país donde la corrupción y el clientelismo son problemas persistentes, es crucial que se establezcan mecanismos efectivos de control y vigilancia para evitar el uso indebido de los recursos del Estado y garantizar una gestión pública honesta y transparente.
Con $26 millones de pesos diarios, el alcalde Alejandro Char tiene la oportunidad de invertir en una variedad de áreas que podrían mejorar significativamente la calidad de vida de los ciudadanos de Barranquilla. Aquí hay algunas sugerencias sobre cómo podría utilizarse ese dinero de manera más efectiva:
- Educación: La construcción y mantenimiento de escuelas, la adquisición de materiales educativos, la implementación de programas de formación para docentes y la concesión de becas para estudiantes de bajos recursos podrían ser posibles con estos fondos.
- Salud: La ampliación y equipamiento de hospitales y centros de salud, la adquisición de medicamentos y suministros médicos, y la implementación de programas de atención médica gratuita para poblaciones vulnerables podrían ser financiados con este dinero.
- Infraestructura: La reparación y mantenimiento de calles y carreteras, la construcción de puentes, y el desarrollo de sistemas de transporte público eficientes y accesibles podrían ser posibles con estos fondos.
- Seguridad: El fortalecimiento de la policía local, la implementación de programas de prevención del delito, y la instalación de cámaras de seguridad en áreas críticas podrían ser financiados con este dinero.
- Vivienda: La construcción de viviendas dignas para familias de bajos recursos, los programas de mejoramiento de vivienda, y el acceso a servicios básicos en áreas de asentamientos informales podrían ser posibles con estos fondos.
- Empleo y desarrollo económico: La creación de programas de empleo temporal, el apoyo a emprendedores locales, y la promoción de inversiones en sectores estratégicos podrían ser financiados con este dinero.
- Cultura y recreación: La construcción y mantenimiento de parques, teatros y espacios culturales, la organización de eventos culturales y deportivos, y los programas de educación artística y deportiva para niños y jóvenes podrían ser posibles con estos fondos.
- Medio ambiente: La implementación de programas de reciclaje y gestión de residuos, la reforestación de áreas verdes, la protección de zonas naturales y ecosistemas vulnerables, y la promoción de energías renovables podrían ser financiados con este dinero.
Estas son solo algunas de las áreas en las que estos fondos podrían tener un impacto significativo. Es crucial que los recursos públicos se utilicen de manera eficiente y transparente para abordar las necesidades más urgentes de la comunidad y mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos. En un país donde la corrupción y el clientelismo son problemas persistentes, es fundamental que se establezcan mecanismos efectivos de control y vigilancia para evitar el uso indebido de los recursos del Estado y garantizar una gestión pública honesta y transparente.
Fuente: Medio de comunicación regional Corrupción al día
