[Editorial]Que se pronuncie la C.R.A

El Director de la Corporación Autónoma Regional del Atlántico- C.R.A, León Insignares, anunció en días pasados  que su misión en ese importante cargo, es  continuar con el fortalecimiento técnico e institucional de esa entidad, por medio de la consolidación del conocimiento y de la línea base del capital natural de nuestro departamento, enfocado a la conservación del medio ambiente.

Así mismo enfatizó que continuará enfocando su esfuerzo con el acompañamiento de su equipo de trabajo, con el propósito de reforzar alternativas productivas y oportunidades económicas incluyentes y sostenibles, que les permitan a los habitantes de nuestro departamento el fortalecimiento de los denominados mercados verdes, la utilización de tecnologías limpias, generar alianzas estratégicas y trabajar articuladamente con los gremios empresariales, la academia y las entidades públicas involucrados en la transformación productiva de los diversos sectores.

Así mismo, explicó que será prioritario contar con información pertinente y accesible que permita identificar intervenciones estratégicas para prevenir y reducir el riesgo de desastres y lograr la adaptación al cambio climático.

Anunció que la deforestación será una de las principales líneas estratégicas a desarrollar, con el propósito de conservar la biodiversidad y la riqueza natural de nuestro departamento.

Ha reiterado que se continuarán implementando estrategias para  conservar los ecosistemas y prevenir su degradación; con programas de reforestación en zonas degradadas y en áreas ambientales estratégicas.

Anunció con bombos y platillos –más con bombos que con platillos–   se fortalecerá la presencia institucional en los municipios a través de estrategias de seguimiento y control de los conflictos socio ambiental generado por el acceso y uso de los recursos naturales.

Todo eso está bien, no obstante si observamos lo que ocurre en la realidad tendremos que concluir que es otra, lo cual se puede constatar con el caos urbano que se provocará con el proyecto de Ciudad Mallorquín, lo cual prende las alarmas respecto al caos vehicular que se presentará en la referida zona, que continuará generando alertas por sus riesgos ambientales, que se acrecentarían con el anuncio de respecto a la construcción de dos vías para conectar a Barranquilla con Puerto Colombia, un aspecto que debería ser tenido muy en cuenta por la C.R.A.

No cabe duda que la C.R.A. deberá responder igualmente por lo que ocurre en Alameda del Río, así mismo lo que está ocurriendo como resultado  del transporte, almacenamiento y exportación en la zona de la Vía 40, porque como se sabe existe mucha diferencia entre  una licencia ambiental  para la exportación de cemento y otra para exportar carbón mineral, y lo peor del caso es que fue reelegido su Director al igual que ocurrió con el anterior, los cuales deberían ser investigados por los organismos de control, por lo que la ciudadanía espera la intervención de la C.R.A., al igual que la Procuraduría General de la Nación, la Contraloría General e incluso de Barranquilla Verde y que se incluyan en estas indagaciones los proyectos Portal del Norte y Alameda del Río.

Es importante que la CRA explique en qué estudios y conceptos se basó para convertir el área donde se construye Ciudad Mallorquín en suelo de expansión urbana, como quedó establecido en el Pomca 2017; como se sabe, esta era una Zona de Uso Múltiple Restringido, según el Pomca 2007, mediante el cual solamente se permite desarrollar prácticas o actividades de bajo impacto y ceñidas a un manejo ambiental eminentemente riguroso.