
En medio de la apuesta por la paz total, los grupos armados en Colombia muestran un preocupante fortalecimiento. Según un informe reservado del Ministerio de Defensa, el ELN, las dos facciones de disidencias de las Farc y el Clan del Golfo contaban con un total de 16.770 integrantes en armas el año pasado, lo que representa un aumento del 11% en comparación con 2022.

El Clan del Golfo: Expansión y Fortalecimiento
El Clan del Golfo, el grupo armado que más se ha expandido en el último año, ha experimentado un incremento del 23% en sus filas, pasando de 4.060 integrantes en 2022 a al menos 5.000 en 2023. Este fortalecimiento se atribuye a un modelo de operación empresarial que incluye tercerización criminal, un amplio portafolio de negocios ilegales muy rentables, y una estrategia de control social y político de las comunidades bajo su dominio.

ELN: El Más Grande, Pero en Declive
A pesar de ser el grupo armado con más integrantes en sus filas (6.158), el ELN ha experimentado un crecimiento moderado de un 5,3% en el último año. Sin embargo, está perdiendo guerras contra el Clan del Golfo y el Estado Mayor Central (EMC) de las Farc en regiones como Chocó, el Sur de Bolívar y Cauca.
EMC: Crecimiento y Consolidación
El Estado Mayor Central de las Farc, liderado por “Iván Mordisco”, fue el segundo grupo armado que más creció en número de hombres en 2023, con un incremento del 9%. Además, es el grupo que más creció territorialmente, pasando de tener presencia en 117 municipios en 2022 a 172 en 2023.
La Segunda Marquetalia: Estancamiento y Desafíos
La Segunda Marquetalia, fundada y liderada por “Iván Márquez”, es el grupo armado más pequeño y con un crecimiento más limitado, pasando de 1.663 integrantes en 2022 a 1.751 en 2023. Según la investigación de Core, el proceso de consolidación y cohesión interna aún es precario y el liderazgo de “Márquez” no es total.
Estos datos, que son del primer semestre de 2023, aún no han sido aprobados por la cúpula militar, por lo que el aumento podría ser mayor. Este fortalecimiento de los grupos armados revela que se están preparando con un plan B por si los procesos de paz fracasan, una tesis que ya había planteado un reciente informe de la Fundación Ideas para la Paz (FIP). La situación es alarmante y requiere atención inmediata.