En un giro inesperado, este martes 12 de marzo la embajada de Rusia en Colombia emitió un comunicado sobre la polémica que se ha desatado por cuenta de la flota de helicópteros rusos MI-17, que se encuentra ‘varada’ en la base militar de Tolemaida, en Cundinamarca.
Según el Gobierno ruso, el Ministerio de Defensa de Colombia en marzo de 2022 suspendió la ejecución de los contratos firmados con la compañía rusa Nasc S.A., encargada de adelantar mantenimiento a la flota MI-17 y que a principios de 2023, argumenta la embajada, se firmaron nuevos contratos entre el Ministerio de Defensa colombiano y Nasc.
“En febrero de 2023, el Ministerio otra vez detuvo el cumplimiento de sus obligaciones bajo los contratos vigentes y unilateralmente suspendió su ejecución. (…) la parte rusa en el transcurso del año 2023 ofreció al Ministerio diferentes opciones que podrían permitir seguir con el mantenimiento de los helicópteros, incluyendo la reparación en el territorio de Colombia y cesión del derecho de ejecución de los contratos a una compañía colombiana, aunque según nuestro punto de vista no existen obstáculos para que Rusia cumpla los contratos de acuerdo con las condiciones previamente alcanzadas”, dice el comunicado.
La embajada de Rusia agregó: “Todavía quedamos a disposición de la parte colombiana para garantizar el mantenimiento de helicópteros, acordado anteriormente, asegurando el funcionamiento continuo de los mismos”.
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, señaló que el mantenimiento necesario para los MI-17 debía ser realizado por empresas rusas, pero los contratos se encuentran en espera debido a invasión del país ruso a Ucrania, que ha mantenido a ambas naciones en guerra desde hace más de dos años.