La mirada estudiantil de los procesos curriculares

Por: Angie Gabriela Arevalo Freitte, María Carolina Mejía De León

El currículo es uno de los elementos más importantes en el ámbito educativo, sin embargo, este debe estar bien diseñado para garantizar un óptimo aprendizaje, por eso hay que replantearnos el cómo estamos llevando a cabo los currículos escolares, ya que gracias a estos es que los estudiantes pueden acceder a las diversas culturas y a defenderse de los obstáculos de la vida, es decir, una guía para su proyecto de vida. Mora en su Tribuna Pedagógica, “El currículo: una obra cautivadora” (La Libertad, Febrero 26 de 2024, pg. 2ª) nos habla sobre esto mismo, sobre lo que deberíamos transmitir y enseñar a través del currículo, también nos plantea interrogantes importantes sobre por qué, para qué, y cómo enseñar en las escuelas para que los alumnos se sientan seguros de ellos mismos al momento de enfrentar una situación en sociedad. El primer punto a tener en cuenta a la hora de crear un buen currículo es que este debe fomentar la creatividad, ya que por medio de esta los estudiantes podrán tener la libertad de imaginar cualquier cosa posible, fortaleciendo así su crecimiento individual. Esta perspectiva nos permitirá plasmar los contenidos de una manera propia y singular. En cada proceso curricular los docentes van desarrollando su estilo de enseñar y es eso lo que lo distinguirá. Como segundo punto a tener en cuenta es que el currículo va ligado a la Constitución Política, debido a que ayuda a la formación integral de ciudadanos. Sin embargo, el currículo va más allá del concepto de este, ya que también es una herramienta clave para conocer los intereses, emociones y sentimientos de los estudiantes y permitiendo que estos desarrollen su identidad. Como último punto, el contexto juega un papel esencial al diseñar un currículo, ya que este nos permite como educadores tener una perspectiva crítica acerca de todo el ambiente escolar que rodea al estudiante, este se acopla a los diversos contextos que pueda haber, fomentando la creación de nuevas ideas nuevos enfoques y formas de enseñanza. El currículo es capaz de comunicar distinciones, adaptaciones, crear nuevas ideas y generar conexiones entre el alumnado, el educador y el entorno. Con este articulo me pude dar cuenta que es completamente cierto que no hay nada mejor que un docente que realmente amé y disfrute su trabajo, porque se nota el esfuerzo y dedicación que hace para que sus estudiantes adquieran conocimientos de una manera significativa, que estos saberes contribuyan a su construcción personal, a la formación de ciudadanos íntegros, y al desarrollo de sus habilidades sociales y emocionales. Es exactamente esto lo que quiere Mora para nosotros como futuros educadores, por eso nos extiende la invitación a dejarnos llevar por la magia del enseñar, que nos adentrarnos en ese mundo tan maravilloso de transmitir no solo conocimientos, sino también emociones. En aquel mundo donde dejaremos huellas en los corazones de nuestros estudiantes, ya quedará en nuestra responsabilidad y consciencia si queremos implantar esperanza o desilusión. El amor, la empatía, el respeto y la responsabilidad deberían ser los valores más importantes en el aula de clases. María Carolina Mejía de León, acoge lo planteado en dicha Tribuna al considerar el currículo como “espacio de alegría y esperanza”, como lo indica el autor; su posición es de la fomentar e incentivar el currículo como la fuente y el pilar de un claustro educativo, y así como es el currículo así es la imagen externa de las instituciones educativas, ella misma es la identidad de una institución, si el currículo es bueno, la institución es buena, pero si es malo el currículo, así mismo va ser el establecimiento educativo. Un currículo para llevarlo a cabo de la mejor manera debe tener muchos factores o ingredientes, es un pudín o un pastel para que salga bien, debe de tener los ingredientes y el tiempo exacto para que pueda salir algo bien hecho, así mismo es el currículo, donde no se puede elaborar de cualquier forma ni a la carrera, porque al llegar a los resultados no van hacer los mejores y vamos a fracasar en el intento. En un currículo está todo plasmado no solo lo laboral, sino lo emocional, el trato, la interacción, los valores, las metas, los objetivos y sobre todo los sueños y los logros que queremos alcanzar, no solo a nivel docente, sino también al nivel estudiantado, administrativo, en pocas palabras toda la comunidad estudiantil. Esto quiere decir, que todos los miembros de una escuela están ahí incluidos, porque un currículo este hecho para la transformación de una sociedad, una sociedad donde se adentre y se fusione con su cultura, se asocie de manera ética y política en la sociedad donde se desenvuelve. Un currículo esta llamado para mejorar la relación de docente y educando, está llamado a que el aprendizaje sea significativo; que ahí se vea plasmado los sueños de los estudiantes y el docente, es aquella donde los va ir empujando para que potencialicen cada capacidad y habilidad que tengan. El currículo es la llave que destapa la caja de pandora donde idealizan y materializan sus sueños, conocen facetas y valores de ellos que no conocían, permiten que ellos instauren una autonomía, piensen y den opinión por ellos mismos, conciban su propia personalidad, y sobre todo se conozcan ellos mismos, crezcan de manera integral y creen experiencias que no se les olvide en todo su camino escolar y universitaria. El verdadero propósito del currículo nos lleva a participar de él, eso es motivo para que un docente se adentre en el propósito del verdadero currículo, a darle el sentido al establecimiento educativo, a fortalecerlo más, a materializar el ideal y darle el propósito a la constitución política, es la que le da vida y sentido al enseñar, es la que lo enriquece y le da color a todo el claustro educativo. Esta es la posición del autor: que se fomente el crear, como el verdadero propósito del currículo, que contextualice, que traiga esperanza, que lleve a la creatividad, que sea capaz que los estudiantes creen su propia historia, que a la impartir la enseñanza sea de manera única para cada estudiante, sea inclusiva, sea pertinente y sea investigadora para los docentes, que descubran en cada uno de sus estudiantes sus diferentes matices, las diferentes fortalezas de cada uno; algo importante que cada educador tenga sus propios métodos de enseñanza, que tenga coherencia en el contexto sociocultural en donde está. Esta es la posición del autor, incentivar a un verdadero currículo, que transforme a los estudiantes, a que sean buenos ciudadanos, a que tengan el sentido de pertenencia por su cultura, por su comunidad, que tengan participación en cada esfera de la sociedad, que sin importar su contexto de vida o las problemáticas que tengan siempre sean entes de cambio. Todas estas son las habilidades que trae consigo el currículo que lleva a tener una relación de diálogo entre el docente y el educando, a ser críticos y poder enfrentar los desafíos de la sociedad.