La derecha se prepara para regresar al gobierno en las elecciones presidenciales y de congreso del año 2026.
Un obstáculo para ese propósito es que el cambio impulsado por el gobierno de Petro sea efectivo y se refleje en las condiciones y la calidad de vida de los colombianos menos favorecidos económicamente.
Por eso la oposición desprestigia, relentiza, sabotea y usa el lawfare en la perspectiva del golpe blando, no dejar gobernar es su tarea diaria y si esto no funciona, entonces , tumbar el gobierno es su objetivo, ya se ha denunciado planes y detenido actores de esa sedición.
Otro inconveniente para la derecha es que el pacto histórico se consolide como una fuerza política estructurada, con un ideario común, un régimen disciplinario, ético y fiscal que le permita continuar en la perspectiva de la construcción de un nuevo poder.
En estos dos puntos tienen la derecha concentrada sus esfuerzos políticos de oposición cerrada al gobierno del cambio, mediante estrategias mediáticas agresivas , ofensivas y desde la reconfiguración del espectro político resultado de las elecciones,por el poder local y regional, del año 2023.
A partir de la hegemonía de la clase política corrupta y clientelista, los clanes, gamonales, caciques y élites del clientelismo corrupto, han afianzado su poder en las grandes capitales, adelantan en esos centros decisión política, como la clase política, en representación de la clase económica, desplegando su estrategia de regreso al control del gobierno y para detener el cambio iniciado por el gobierno del pacto histórico.
No la ha tenido fácil el gobierno pues los resultados electorales o mejor la vía electoral no resolvió el tema del poder en las elecciones presidenciales y de congreso ni en las locales y regionales, la derecha ganó en las principales ciudades.
El pacto histórico avanzó en ciudades distintas a las grandes ciudades e intermedias pero en las grandes las alcaldías y gobernaciones las retuvo la derecha.
El avance del pacto histórico en asambleas, concejos y JAL no fue lo que se esperaba por fenómenos ligados a la ausencia de democracia interna para escoger los cargos uninominales y plurinominales del pacto histórico en los territorios. Las luchas internas, los personalismos, la manipulación de las estructuras partidistas, los egos y las divisiones pasaron su factura.
Un avance notorio e importante fue el logro de edilatos en los que el movimiento social y los líderes y lideresas del pacto histórico no se dejaron contaminar de las prácticas politiqueras y corruptas descritas anteriormente.
Esto da una ventaja para la construcción desde abajo y desde los territorios del nuevo movimiento o partido del pacto histórico.
A pesar de ello, el gobierno, en medio de dificultades y errores, ha ido logrando mover esa máquina estatal paquidermica y corrompida, en manos de los tecnócratas y clanes de la corrupción, y con funcionarios que medran de ese sistema de dominación y exclusión y del presupuesto público.
Ante el desgaste del acuerdo nacional y el paso de los partidos políticos de la gobernabilidad a la oposición contra Petro y su gobierno la salida de las reformas en el congreso, serán un terreno de disputa, con los sectores del capital que defiende esta oposición.
La bancada congresional del pacto histórico con sus limitaciones, errores y falta de unidad política estratégica y táctica y carencia de afinidad con el gabinete y el gobierno no pueden limitar su accionar a las 4 paredes del recinto congresional.
La bancada del pacto histórico debe ir a las territorios distritales, municipales y departamentales para acticular su agenda parlamentaria con los sectores populares y ciudadanos, organizados, para potenciar la defensa de las reformas sociales del gobierno y el impulso a las economías populares territoriales, el mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo, la lucha contra el hambre, la paz integral o total, la justicia social y ambiental.
Los congresistas y el gobierno deben lanzar una campaña oficial pro-organizaciones sociales, con asesoría, financiación y educación porque sin tejido social fuerte será difícil que el gobierno logre apoyarse en el pueblo para sacar adelante las reformas.
La industrialización y la reforma agraria son medulares en este proceso de cambiar el modelo económico neoliberal por otro productivo y de nuevas relaciones de producción a partir de las cooperativas y asociaciones.
Los proyectos productivos deben tener auspicio y apoyo económico gubernamental.
La mujer y los jóvenes deben ser prioridad del gobierno y de los congresistas del pacto histórico como lo indica el programa de gobierno Colombia potencia mundial de la vida.
Los planes de desarrollo municipales, distritales y departamentales deben contar con el liderazgo e iniciativa política de los congresistas, concejales, diputados y ediles electos del PH, pero bajo un plan de acción.
La calle será el escenario de movilización para que el cambio continúe y logre resultados tangibles para la población.
Pero si la situación económica en los barrios, los habitantes no la sienten en el bolsillo, difícilmente van a defender al gobierno. Los cambios pequeños pero tangibles a la población hay que multiplicarlos.
El impuesto predial, las tarifas de servicios públicos y el control de precios deben ser esfuerzos gubernamentales para mejorar el entorno de la población.
Cacarear los logros del gobierno, las redes sociales lo hacen pero la estrategia comunicativa del gobierno es floja aún en las redes sociales y medios convencionales.
El ejecutivo está haciendo su tarea y visualizando una perspectiva estratégica de cambio que no viene siendo copiada por los ministros en su conjunto y donde la bancada del pacto histórico tampoco ha logrado un trabajo común de apoyo al gobierno de Petro, pesan los intereses personales y partidistas antes que empujar el proceso del cambio.
El gobierno debe ajustar el gobierno, hacer cambios en ministerios y podar la burocracia uribista que hace resistencia pasiva, relentiza y embolata los cambios.
Hay que ser duros con la corrupción aún la que venga de funcionarios del pacto histórico.
El gobierno debe cambiar de rumbo, hacer un balance y formular rectificaciones radicales y cuando hablamos de gobierno no es únicamente lo que hace el ejecutivo, lo que Petro hace con la entrega de tierras, el combate a las economías ilegales, la lucha contra el cambio climático, la paz total y la justicia social.
Que hacen los ministros, que hace la bancada del pacto histórico?
Hay que purgar el gobierno del cambio de elementos que no dejan avanzar el programa progresista.
El pacto histórico no puede ser la misma herramienta de las elecciones del año 2023. Por lo menos en tres aspectos fundamentales debe hacer cambios que lo transformen de una coalición electoral a un movimiento político con vocación de poder.
El nuevo partido o movimiento político pacto histórico no puede ser una organización meramente electoral.
No es salir cada 4 años a buscar el votos, es hacer trabajo de masas, recuperar los frentes sindical, cívico barrial, de jóvenes, de mujeres, de campesinos, de indígenas, etc.
Sin este trabajo de masas real las protestas sociales serán rsquiticas.
Esos cambios internos del pacto histórico deben ser programáticos, estructurales y funcionales.
Acompañados de una reforma política y electoral con dientes que presente el gobierno y la bancada del pacto histórico apoye que permita superar las condiciones desfavorables a los partidos distintos a los operadores políticos de la clase oligárquica.
Las elecciones del año 2023 mostraron como el clientelismo político corrupto sigue dominando los territorios y especialmente las principales ciudades e intermedias.
Al interior del pacto histórico la unidad de acción debe pasar a un nivel mayor de perspectiva ideológica y política.
El pacto debe superar las estrategias y acciones de los partidos exclusivamente electorales para encarar el tema del poder, un elemento que nos coloca en el terreno de los cambios revolucionarios, de la lucha por la ampliación de la democracia en clave de nuevo poder.
O nos quedamos embellecimiento el establecimiento y el modelo burgués capitalista o pensamos en cambiar este sistema por otro anticapitalista y socialista.
El pacto histórico no debe tenerle miedo a la revolución.
El ideario del pacto histórico puede construirse a partir del programa Colombia potencia mundial de la vida de Petro y sumar los aportes tomados de los distintos programas de los partidos políticos que conforman el pacto histórico. Un solo programa político resultado de esos aportes programáticos debe aprobar la convención nacional del PH.
Las decisiones del pacto histórico no pueden seguir en manos de la hegemonía de los partidos con personería jurídica y el bolígrafo de los congresistas, esta estructura tomada de la ley de partidos es antidemocrática y excluyente.
La ley 1475 de 2011 debe cambiarse porque está hecha para favorecer los partidos políticos de la oligarquía.
Un nuevo pacto histórico debe propiciar la mayor democracia interna posible, de abajo hacia arriba, y desde los territorios, el centralismo perse no puede ser quien tome las decisiones cruciales y finales, desconociendo que Colombia es un país de regiones.
La construcción del pacto histórico debe ser de abajo hacia arriba y desde los territorios.
Esta conversion nacional del pacto histórico en un movimiento político unitario con un nivel ideológico anticapitalista y socialista implica que esa nueva herramienta debe nacer de un proceso, desde las bases, hay que preparar la convención nacional del pacto histórico.
No más declaraciones retóricas hay que hacer la reunión de todos los elegidos y elegidas del PH y en esa reunión aprobar la preparación de la convención nacional, sus documentos de discusión y la forma de participar en la misma.
Muy bueno que las direcciones nacionales de los partidos políticos con personería jurídica del PH se reúnan a discutir lo del partido unitario pero esto debe ser de cara al pueblo en los territorios y con acciones concretas.
No estamos muy lejos del 2026 y es necesario ganar esas elecciones presidenciales y de congreso.
Hay que tener un plan de trabajo para lograr en estos 2 años ese objetivo.
La reunión de los elegidos en las elecciones del año 2023 puede ser un punto de partida, como lo ha propuesto, el compañero presidente Petro.
Una reunión inicial para aprobar una ruta de trabajo en los territorios, preparatoria de la convención nacional del pacto histórico, con unas tesis políticas de discusión, organizativas, estatutarias y de control disciplinario y fiscal que al calor de su discusión permita crear los organismos de base del nuevo movimiento político pacto histórico.
Debe igualmente aprobar un reglamento de quiénes y de qué forman van a participar y elegirse los delegad@s a la convención nacional y la de la vonvencion nsvional.
Más acción y menos carreta señores del comité político nacional del pacto histórico.
La participación de la expresión política del movimiento social no debe estar supeditada y constreñida por las estructuras partidistas con personería jurídica, debe haber igualdad de condiciones para la toma de decisiones dentro del pacto, reglas vinculantes y que se apliquen.
Las direcciones locales, distritales o municipales, departamentales y el nivel nacional deben ser resultado de un proceso de elección de abajo hacia arriba.
La escogencia de listas debe ser resultado de la consulta popular para evitar tráfico de influencias, manipulación de los congresistas y estructuras partidistas y mediante este mecanismo democrático y transparente se construyan los cargos uninominales y plurinominales del nuevo movimiento político pacto histórico.
Los pactos históricos territoriales deben reactivarse, en clave de ejercicio crítico y autocrítico, para encarar los cambios internos del pacto histórico y hacer propuestas a la dirección nacional.
En los territorios debe arrancar el proceso de preparación de la convención nacional del PH.
Un solo programa, una sola estructura organizacional democrática, unos únicos estatutos, un código de garantías y ética, un ente de comisiones fiscal, disciplinaria, ética y una veeduría.
Un pacto histórico bajo una sola personería jurídica donde quepan todos los partidos políticos y movimientos sociales comprometidos con el cambio.
Su forma definitiva será objeto de la discusión de las tesis preparatorias de la convención nacional donde todos apoyen el tipo de organización política, su carácter, alcance y propósito político transformador plasmado en su programa.
No se trata solo de lo que los partidos políticos con personería jurídica del pacto histórico piensen acerca de cómo será el nuevo movimiento o partido unitario sino el aporte de las bases, de abajo hacia arriba y desde los distintos territorios urbanos y rurales.
Sí no somos capaces de hacer los cambios internos necesarios dentro del PH vamos a tener muchas dificultades para ganar las elecciones del año 2026.
La juntanza popular como parte del movimiento social está en la tarea de continuar la construcción de poder popular en los territorios, desarrolla un plan con los ediles, convoca a congresistas concejales y diputados para ver los compromisos en ha construcción de los planes distritales municipales y departamentales del plan de desarrollo y como articular con el movimiento social y sus luchas cotidianas.
Este es una invitación al pacto histórico del Valle del Cauca y su mesa de coordinación para poner en práctica un plan de renovación del PH.