
La medida genera debate ante posibles represalias por enfrentamiento con la «primera línea» durante el estallido social.
En medio de un contexto marcado por tensiones y controversias, el Ministerio de Defensa de Colombia ha tomado la decisión de retirar a 17 oficiales de la Policía Nacional, desatando un debate sobre posibles represalias y persecuciones dentro de la institución.
Esta medida, que ha sido objeto de intensos análisis, tiene su raíz en los acontecimientos del estallido social de 2021, donde la actuación de la fuerza pública generó una serie de cuestionamientos tanto a nivel nacional como internacional.
Según información obtenida por la revista Semana, el retiro de estos oficiales se ha interpretado como una «factura» por haber enfrentado a lo que se conoce como la «primera línea», un grupo activo en las protestas y señalado por su participación en diversos disturbios durante las manifestaciones contra el Gobierno anterior.
La medida ha reavivado el debate sobre el uso de la fuerza por parte de las autoridades y las posibles consecuencias para aquellos que estuvieron al mando durante esos episodios.
El presidente Petro y varios líderes políticos que participaron en las protestas han expresado su preocupación ante lo que consideran una presunta persecución dentro de la institución armada.
Según fuentes cercanas al Ministerio de Defensa, estas decisiones se enmarcan en una estrategia para evitar un escándalo nacional por la salida masiva de oficiales, optando por retiros por grupos pequeños.

La primera de estas resoluciones, emitida el 4 de marzo de 2024, ordenó la baja de servicio de varios oficiales superiores, entre ellos los mayores Yeison Javier Cubides y Víctor Marcial Cueto.
La segunda, emitida al día siguiente, incluyó el retiro de otros destacados oficiales como Andrés Mauricio Patiño y Hermes Hernández. Finalmente, en una tercera resolución se nombraron más oficiales que serían llamados a calificar servicio, entre ellos dos coroneles.
Esta no es la primera vez que se presenta un éxodo de personal en las fuerzas armadas colombianas. En agosto de 2023, 32 tenientes coroneles presentaron su renuncia simultánea, en desacuerdo con los lineamientos de mando de la institución. Hechos similares se han registrado en el Ejército, donde 43 suboficiales renunciaron en marzo del año pasado.
La medida ha generado preocupación entre la opinión pública y diversos sectores políticos, quienes demandan transparencia y garantías para los oficiales que han sido retirados.
Mientras tanto, desde el Ministerio de Defensa se insiste en que estas decisiones se enmarcan en la necesidad de fortalecer y depurar las instituciones, garantizando su adecuado funcionamiento y respeto a los derechos humanos.