Expresidente de Honduras condenado por narcotráfico y nexos con el Cártel de Sinaloa

El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, ha sido declarado culpable por un tribunal de Estados Unidos por su participación en actividades relacionadas con el narcotráfico.

La acusación en su contra abarca un período extenso que se remonta a aproximadamente 2004 y se extiende hasta 2022, durante el cual se alega que estuvo involucrado en una conspiración corrupta y violenta.

Las autoridades sostienen que Hernández, quien ocupó la presidencia de Honduras durante dos mandatos, habría facilitado la importación de grandes cantidades de cocaína hacia Estados Unidos.

Se le acusa de haber recibido millones de dólares a cambio de utilizar su posición pública, así como las fuerzas del orden y el ejército, para respaldar las actividades de organizaciones de narcotráfico tanto en Honduras como en México, entre otros lugares.

En palabras del fiscal general de Estados Unidos, Merrick B. Garland, «El Departamento de Justicia está adoptando un enfoque integral para proteger a nuestras comunidades y nuestro país de los delitos violentos». Esta declaración resalta la determinación del gobierno estadounidense para combatir el crimen organizado transnacional.

Asimismo, Damian Williams, fiscal federal para el Distrito Sur de Nueva York, hizo hincapié en la gravedad de los cargos contra Hernández. Según Williams, el expresidente hondureño supuestamente colaboró con «algunos de los narcotraficantes más prolíficos del mundo para construir un imperio corrupto y brutalmente violento».

El juicio reveló vívidamente cómo el Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más poderosas de México, operaba en Honduras con la complicidad de las autoridades locales.

Se detalló que la red traficó enormes cantidades de cocaína a través de Honduras hacia los Estados Unidos durante varios años, con la participación de policías, militares y políticos locales.

La condena de Hernández marca un momento crucial en la lucha contra el narcotráfico y la corrupción en la región. Mientras tanto, en Honduras, la noticia ha generado un profundo impacto político y social, y ha provocado un debate acalorado sobre el futuro del país y la necesidad de combatir la corrupción en todos los niveles de gobierno.