A través de un mensaje publicado en sus redes sociales, el expresidente de la República, Álvaro Uribe Vélez se mostró en contra de la propuesta de algunos actores del conflicto con relación a una ley de punto final, la cual cerraría definitivamente procesos penales.
En esa línea, aseguró que “la ley de punto final es inaplicable en Colombia”, y en cambio recodó que públicamente ha propuesto una amnistía política, por una vez, no penal, para recuperar derechos políticos de condenados.
“Será necesario dado el antecedente de impunidad absoluta con la Farc, que además están en el Congreso a pesar de tantos delitos atroces y también por lo que se asoma con el ELN y otros”, anotó.
Así mismo, dejó claro que tiene interés en algunos de sus compañeros de gobierno, condenados por nombrar un notario o por renovar un contrato a un médico. “No se robaron un peso”, aclaró.
Por otra parte, el líder natural del Centro Democrático defendió el proceso de desmovilización que lideró en su momento, precisando: “nuestro proceso de desmovilización fue para todos. Treinta y cinco mil paramilitares y diez y ocho mil guerrilleros lo aceptaron. Un gran artífice, Luis Carlos Restrepo, patriota ejemplar que fue expatriado”, anotó.
Según lo explicó, para ello, no tuvieron que cambiar la Constitución Política, no hubo impunidad absoluta, tampoco elegibilidad política para condenados, menos por delitos atroces como el reclutamiento de niños.
Finalmente, aseguró considerar, que “guerrilla y paramilitares podían ser beneficiarios del delito político de sedición. Ambos, sea cualquiera su excusa política, interfieren el funcionamiento del Estado de Derecho. Ese alegato argumental fue origen de desacuerdos con algunos magistrados de la Corte, que solamente aceptaban la sedición para la guerrilla”, concluyó.