[Editorial] ¡FELIZ DIA DE LA MUJER!

Hoy festejamos el Día Internacional de la Mujer, el ser más amado y querido de la humanidad.

Indiscutiblemente esta es una de las fechas más hermosas y significativas de nuestro calendario, porque se le rinde más que un merecido homenaje a ese abnegado ser, capaz de entregar su vida por sus hijos como es la mujer.

Nunca nos cansaremos de expresar, con el más profundo sentimiento, que las mujeres constituyen la representación más pura del amor, que ellas irradian por doquier, en cualquiera de las circunstancias de la vida.

En una conmemoración como la de hoy 8 de marzo, en LA LIBERTAD queremos expresarles a todas las mujeres de Barranquilla, Colombia y el mundo los más grandes agradecimientos por todo lo que ellas nos ofrecen, su permanente entrega y dedicación, con lo que nos inculcan en nuestros corazones las más bellas sensaciones de amor.

Nunca podremos olvidar que nuestro crecimiento físico y espiritual se lo debemos a esa semilla de amor que las mujeres madres sembraron en nuestras almas, desde los primeros días de nuestras vidas, para que en largos y pacientes años de entrega, ellas fueran forjando nuestro carácter con el noble objetivo de convertirnos en hombres y mujeres de bien.

Por ese motivo, en un día tan especial como el de hoy, nos unimos a este festejo y con profundo amor y respeto les deseamos a todas las mujeres, los más grandes deseos por su permanente felicidad.

Hoy es el momento más adecuado para expresarle a las mujeres cómo es de grande nuestro amor por ellas.

En este día y siempre, no desaprovechemos la ocasión para decirles cuánto las queremos y cuánto las respetamos; hoy tenemos la obligación de abrir nuestro corazón para derramar a raudales todo el amor que sentimos por las mujeres.

Hoy es un día para reflexionar sobre la importancia que juega la mujer madre en una sociedad que a veces se rehúsa a darle paso al género femenino. Su rol como ser en una sociedad que ha contribuido a transformar ha de servir para que se le considere como esencial en los cambios que se han de seguir dando para avanzar hacia un mundo mejor, donde sobresalgan el respeto, el trabajo bajo un equilibrio de reconocimiento y justicia, sin discriminación.

El compromiso de los gobiernos y entidades que trabajan por preservar ese equilibrio de género ha de continuar, para brindar garantías plenas de que no habrá retroceso ni degradación en los propósitos alcanzados hace muchas décadas por las mujeres.

Este día constituye la mejor oportunidad para invitar a toda la sociedad y las diferentes instancias públicas y privadas, para conservar indisoluble ese objetivo de abrirle cada vez mayores espacios a la mujer, con la convicción de que su aporte refleja progreso, crecimiento y desarrollo.

Aun cuando en algunas zonas del mundo las mujeres se encuentran difíciles circunstancias políticas, sociales y religiosas, para ellas también va nuestravoz de fortaleza y esperanza de que vendrán mejores días para sus vidas. Su fe no puede extraviarse en medio de tantas dramátivas vicisitudes; por el contrario, la lucha mostrada y los resultados logrados en esta parte del planeta han de alentarlas para conseguir mejores logros.