Haciendo alusión de la canción de la “rubia dorada” Paulina Rubio titulada “Ni rosas, ni juguetes”, las mujeres del departamento del Atlántico, más que pañitos de agua tibia y falsas promesas, piden respeto, valoración por lo que significan como creación de Dios.
Justo, cuando el mundo alista con múltiples de detalles como parte de la estrategia de consumo universal, para el sexo femenino del Atlántico, de nada sirven, rosas, regalos, chocolates y cualquier elemento, pues su condición de vulnerabilidad lo ratifican los dolorosos hechos en las que ellas hoy son protagonistas en los titulares de las páginas judiciales.
Y es que 11 mujeres asesinadas y dos feminicidios, en el transcurrir de sólo dos meses de este 2024, marcan que la situación de ellas no es la mejor, que esas números reflejan la falta de políticas públicas claras en pro de dignificar y aún más salvaguardar la vida de madres, hijas, hermanas, amigas, de esa gran fuerza motora que hoy mueve al mundo.
Desde el gobierno departamental, con la llegada de la sicóloga María Lourdes Dávila, escuchar a la mujer y seguir con acciones claras su condición de vulnerabilidad es lo más importante, así como también atender de manera integral sus necesidades y mantener 24/7 la disposición de brindarle la ayuda que desde la institucionalidad se hace necesario.
Pero con atención de una Secretaría de la Mujer no es suficiente, pues para los colectivos se hace necesaria mucha voluntad política y un verdadero compromiso de las autoridades hacia la protección de la mujer.
Según la líder de la veeduría ‘Mujer y Género’ Elena Bustos Rincón, “es una situación que amerita que tanto las secretarías de Salud como las oficinas de la Mujer y Género del Departamento y el Distrito realicen acciones preventivas y de promoción de estilos de vida saludables, porque realmente no hay políticas expresas para hacer esto.
Agregó que las oficinas se centran en la ruta de atención y olvidan que las acciones para prevenir ese tipo de violencia, es algo que se tiene que prevenir. Las mujeres estamos sin ningún tipo de protección frente a un intento de feminicidios u otro tipo de violencia de género; desde hace 8 meses, no contamos con un albergue donde las mujeres amenazadas pueda recibir atención integral”.
Por su parte, la representante del colectivo de mujeres, Movimiento Social de Mujeres, Jackeline Osorio expresó que este 8 de marzo saldrán a marchar, para levantar sus voces y ser escuchadas en todo el departamento. Es preocupante que nuestro departamento lleve esta alarmante cifra de 11 asesinatos y dos feminicidios,
esto nos indica que no hemos avanzado en el tema de seguridad y prevención de la violencia hacia la mujer, cada día vemos más casos, de violación de sus derechos, a través de las instituciones cuando se presentan a hacer una denuncia, muchas allí mismo son intimidadas“.
Lo cierto es que cada 8 de marzo, las mujeres del Atlántico esperan ver hecho realidad lo que tanto ha sido motivación de luchar por sus derechos, por su cuidado y por lo que merecen ,y eso justamente va más allá de tantas promesas de campaña, en el Atlántico las únicas flores quieren ser regadas y abonadas con respeto y verdadero respaldo gubernamental, con acciones claras que garanticen su integridad física y moral.