La Administración de Riohacha activa la ‘urgencia manifiesta’ tras el desplazamiento forzado de la comunidad wiwa y afrodescendiente, afectada por conflictos entre grupos armados en la zona rural.
La ciudad de Riohacha se ve envuelta en una crisis humanitaria tras los recientes enfrentamientos entre grupos armados, lo que ha llevado a la Administración local a declarar una emergencia por desplazamiento de indígenas wiwa y comunidades afrodescendientes en la zona rural.
El decreto 055 del 4 de marzo de 2024 marca la respuesta oficial ante la violencia que ha forzado a cientos de personas, incluyendo niños, mujeres embarazadas y ancianos, a abandonar sus hogares en busca de seguridad.
El personero distrital, Yeison Deluque, advirtió sobre la limitada capacidad económica de Riohacha para abordar la situación a largo plazo. Aunque se están brindando albergue y ayuda humanitaria temporal, la ciudad enfrenta desafíos para sostener esta asistencia en el tiempo.
«La población desplazada no retornará hasta que se garanticen plenamente sus derechos y se restablezca la seguridad en la región», afirmó Deluque. «Estamos coordinando con las autoridades locales, departamentales y organismos internacionales para asegurar la protección de estas familias vulnerables».
Según cifras oficiales, 134 familias wiwa, equivalentes a 600 personas, han sido desplazadas de las comunidades de El Limón y Carrizal en la zona rural de Riohacha. Actualmente, se encuentran alojadas en albergues proporcionados por la Casa Indígena y en un coliseo, recibiendo ayuda humanitaria de diversas instituciones.
La situación subraya la urgencia de una respuesta efectiva para proteger a las comunidades indígenas y afrodescendientes afectadas por la violencia en Colombia, y destaca la necesidad de un enfoque integral para abordar la seguridad y el bienestar de estas poblaciones vulnerables.