Agricultores de distintos países europeos, incluido Francia, llevan semanas de protestas contra lo que consideran una normativa medioambiental excesivamente estricta, los bajos ingresos y la competencia de importaciones más baratas de fuera de la Unión Europea.
En París, esto se incrementó en las últimas semanas por la celebración del Salón de la Agricultura.
Nicolás Bonguay, presidente de la organización Coordinación Rural, ha asegurado que el gobierno les ha puesto “curitas” y ofrecido “sobre con dinero en efectivo”, pero recalcó que eso no es una solución y no hará avanzar las discusiones”.
Pese a que desde hace varios meses se llevan a cabo negociaciones en diferentes sectores para responder a las amenazas de huelga durante el encuentro deportivo del sector agrícola, los transportadores y los trabajadores de la salud, esto sigue en veremos.
Frente a lo que se vivirá durante los días de los Juegos Olímpicos, varios colectivos han llamado a protestas. Solo el principal sindicato de la empresa de transporte público parisina, presentó un aviso de huelga el 5 de febrero, que iría hasta el final de los Juegos Paralímpicos, es decir hasta septiembre.
A este descontesto se podrían unir los estudiantes universitarios, quienes tendrán hasta julio para dejar sus residencias estudiantiles donde el gobierno pretende alojar al personal que trabajará en el encuentro deportivo. Sin embargo, pese a que se les prometió un alojamiento temporal, muchos aún no saben donde vivirán mientras transcurre el certamen.