Exjefe paramilitar enfrenta decisión sobre su libertad tras su regreso al país y su colaboración con la Justicia Especial para la Paz.
Ante un juzgado de ejecución de penas en Colombia se lleva a cabo una audiencia determinante para el futuro del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso Gómez, quien retornó al país tras cumplir más de 15 años de cárcel en Estados Unidos por narcotráfico, siendo nombrado posteriormente gestor de paz por el gobierno.
Las autoridades evaluarán si Mancuso tiene órdenes de captura vigentes o si puede quedar en libertad para continuar su colaboración con la Justicia Especial para la Paz (JEP), entregando información relevante sobre las relaciones entre políticos, militares, empresarios y las AUC.
En el 2023, el tribunal de Justicia y Paz, al que Mancuso se acogió en el 2007 tras la desmovilización de las AUC, le había concedido la libertad. Sin embargo, persisten procesos activos en los Tribunales de Justicia y Paz, con medidas de aseguramiento en primera instancia.
La oficina del Alto Comisionado para la Paz ha solicitado la suspensión de las medidas de aseguramiento y órdenes de captura, mientras que Mancuso continúa su reclusión en la cárcel La Picota, bajo una estricta custodia de 64 funcionarios penitenciarios.
Durante la audiencia, Mancuso se ha comprometido a seguir colaborando con la JEP, entregando información vital sobre su participación en diversos crímenes atribuidos a las AUC, incluyendo la masacre de Mapiripán y El Aro.
«Vengo a honrar mi palabra con el presidente Gustavo Petro. Regresar, a pesar de las condiciones restrictivas que me impone la justicia colombiana, es una forma de renacer que me llena de vida. Vida que quiero dedicar a la paz y la reconciliación de nuestro país», expresó Mancuso.
La decisión sobre la libertad de Mancuso será crucial no solo para su futuro, sino también para el proceso de justicia transicional en Colombia y la búsqueda de la verdad y la reconciliación en el país.