EL CURRICULO: UNA OBRA CAUTIVADORA

POR: REYNALDO MORA MORA

La fascinación del currículo contextualizado y pertinente es aquella que apuesta por la formación de seres capaces de pensar por sí mismos, como ese trazado que hacen los docentes con sus saberes, como la obra cautivadora de una Institución Educativa, IE, donde se pone en escena la destreza impecable de habilidades y destrezas que lleva a que la formación integral sea un Taller Colectivo para esa misionalidad. Tenemos, que a medida que el procesos avanza, exploramos en cada pincelada de lo que se enseña y aprende desde saberes e intereses que revelan un fascinante equivoco  de significación del más caro sentido humano. De acuerdo con esto, el currículo es un pilar fundamental del sistema educativo. El currículo es como esa pincelada de múltiples posibilidades formativas que ofrece una institución, que da color al Proyecto de Vida de cada estudiante, convirtiéndolo en un mundo vibrante y memorable. En los procesos de formación, el currículo es el compañero perfecto, el cómplice que transforma las vidas, desarrollando y fortaleciendo la autonomía que cautivará los sentidos y emociones. Un currículo que potencia el libre desarrollo de la personalidad, viene a consistir en un adentrarse en los intereses de los estudiantes para encontrarnos con ilustraciones de sus vidas que saltan a la vista muestra, que nos transportan a sus lugares, presentándonos sus quereres, develando sus misterios y deseos. El currículo en la formación integral no solo la enriquece, sino que también despierta la imaginación en aquellos, haciéndonos partícipes activos de sus historias. En el sistema educativo, el currículo con sus procesos es un pilar fundamental que potencia el impacto de la formación integral, creando en cada estudiante y docente una experiencia única e inolvidable en la vía escolar y universitaria.

Es una invitación como docentes a sumergirnos en el maravilloso mundo de la escuela en su relación con el contexto y dejarnos llevar por su magia incomparable. En este sentido, el currículo ha desempeñado un papel crucial en el desarrollo  y fortalecimiento del sistema educativo, porque a través de sus posibilidades formativas como representaciones constitucionales (arts. 67, 68, 95) y de los Fines de la Educación (art. 5, Ley 115 de 1994), el currículo ha enquiciado al sistema educativo, ofreciendo dimensiones de significados a las narrativas de la Constitución Política y del Código Educativo. Por ello, enfatizamos, que el currículo enriquece la vida escolar, enriquece la imaginación de este escenario en sus actores con sus emociones, brindando experiencias inmersivas y enriquecedoras. En este proceso, el currículo, al mejor estilo socrático, clarifica conceptos complejos y abstractos en los estudiantes, facilitando la comprensión de ideas difíciles de los saberes.

El currículo estimula la creatividad, que sirve como fuente de inspiración en los estudiantes, estructurándola y ayudándolos a construir sus propias historias de vidas. Podemos definir el currículo como el arte de acompañar el Proyecto de Vida de los estudiantes; para ello, el currículo se hace acompañar de unos pilares esenciales que sustentan lo propio, lo contextualizado y pertinente. Tenemos entonces, una interpretación creativa, como esa habilidad curricular de interpretar y plasmar en los contenidos de enseñanzas por parte de los actores en sus respectivos escenarios, de una manera única y personal. También nos permite apreciar formas, líneas para investigar y texturas en la vida de los estudiantes para “pillar” sus emociones narrativas, siendo una herramienta poderosa que enriquece la experiencia de los docentes, lo que enriquece la práctica pedagógica. En este proceso curricular, cada docente desarrolla su propio estilo de enseñanza, que define su perfil y lo distingue en el mundo escolar. Aquí, interviene mucho el papel de la pertinencia del contexto, que nutre la cotidianidad individual, que está influenciada por el contexto histórico, social y cultural en que se desarrolla.

Entonces, el currículo es mucho más de lo que supone el art. 67 de la Ley General de Educación de 1994, ante todo, es un oba arte colectiva que combina, describe, interpreta y transforma creativamente las formas básica de enseñar, que están íntimamente ligadas a los contextos en donde se ponen en escena. Se trata de describir, interpretar y transformar como acciones pilares esenciales que nos permite apreciar la riqueza y diversidad del currículo y sus procesos. El currículo juega un papel fundamental en el desarrollo y fortalecimiento de la formación integral, siendo un elemento clave  para el disfrute de emociones, sentimientos, finalidades, vocaciones y talentos que aportan a la creatividad identidad y significados. En este procesos, el currículo es una forma efectiva de enviar mensajes emocionales para conocer los interese de los estudiantes, lo que permite destacar y diferenciar la marca misional de una Institución Educativa, IE, desde sus estilos, discursos, prácticas y tendencias propias.

El contexto juega un papel fundamental en la construcción de un diseño curricular, siendo un elemento clave que aporta originalidad y significado a los contenidos de enseñanza. En tal sentido, el currículo es una forma efectiva de transmitir mensajes a la escuela por  parte del contexto, permitiendo comunicar ideas, emociones  conceptos; permite a su vez diferenciar una IE de otra, aportando un toque único y personalizado que ayuda a captar la atención de la sociedad. El currículo se adapta a diferentes contextos, lo que hace altamente versátil la construcción curricular, lo que estimula la creatividad, explorando nuevas ideas, nuevos estilos de enseñanza, enfoques y narrativas que le dan un plus a la experiencia formativa misional de una IE. En este sentido, el currículo evoca emociones, genera conexiones entre los actores y el contexto. Entonces, el currículo es un pilar fundamental en la formación integral, debido a su capacidad para comunicar  diferencias, adaptaciones, inspira creatividad y conectar emocionalmente a docentes y estudiantes con el entorno.

Por tanto, el currículo es un elemento esencial en el sistema educativo que lo complementa y enriquece, ya  que aporta la dimensión social y emocional, completando la esencia de los actores, transmitiendo saberes, creando atmosferas envolventes y aportando claridad a los conceptos, lo que añade profundidad y significado a lo que se enseña y aprende, valorando el trabajo de docentes y estudiantes y comprendiendo sus impactos. De acuerdo con todo lo anterior, el currículo es un espacio de alegrías y esperanzas en la construcción de una poderosas misionalidad formativa (formar buenos ciudadanos), lo que consigue, que el lenguaje de  los saberes vibre a través de los intereses de los estudiantes y se encarne en cada uno de ellos en procura del desarrollo y fortalecimiento de sus autonomías, capaces de ponerse en relación transformadora con sus contextos, donde lo cotidiano de la vida, con todas sus problemáticas no impida que ese viaje de formarse sea hermoso.

Todo esto amplifica las habilidades transformadoras del currículo, también sugiere una reciprocidad en términos de diálogo entre docentes y estudiantes  para hacer vivir la misionalidad de una Institución Educativa. Se trata de la significancia estratégica del currículo, como la herramienta significativa en el teatro operacional de la escuela. A partir de lo anterior, el currículo nos invita a viajar por la vida escolar y universitaria, porque estamos ante un equipaje de urgencia por trajinar con el contexto, la sociedad en la formación de buenos ciudadanos, el abordaje de temas y problemas de la vida cotidiana con un ojo crítico e impecable, para retratar todo ello como lo extraordinario de la sociedad, la corrupción, por ejemplo. Entonces, el currículo es una especie de comedia de esos problemas del día a día. Por ello, el currículo es sinónimo de crítica severa frente a esas tensiones sociales, con una profundidad para establecer arquetipos de estrategias formativas. Todo esto debe hacerse con un estilo directo, cercano al contexto, accesible a los actores, por lo tanto, a la sociedad.