La mala fama de ser hijos únicos

*Actualmente existe la creencia de que aquellos niños que son criados sin hermanos, tienden a comportarse de modo más egoísta. Investigaciones, estudios y profesionales desmienten este mito.

Redacción Sociales
LA LIBERTAD

Decidir tener un solo hijo es una elección que ha sido objeto de diversos mitos y prejuicios en la sociedad actual, debido a que a menudo, se les atribuye cualidades negativas como ser egoístas, caprichosos, solitarios, mimados, tiranos y con dificultad para socializar o compartir con sus pares.

De hecho, se ha hablado mucho del llamado ‘síndrome del hijo único’, que según Adler (2003), supone que quienes no tienen hermanos, reciben tanta atención de sus padres que se convierten en personas egocéntricas. 

¿Cómo afecta a un niño no tener hermanos? ¿Cuáles son las consecuencias de ser hijo único?, son algunos de los interrogantes que se desprenden ante esta situación y que ha generado grandes debates y opiniones encontradas entre psicólogos, pedagogos y padres.
Sin embargo, la ciencia señala que la experiencia de crecer como hijo único puede variar significativamente según el entorno familiar y el estilo de crianza del niño, por lo que esta creencia es solo una percepción inexacta y alejada de la realidad.

La psicóloga egresada de la Universidad del Norte, Danara Escorcia, coincidió con estos datos señalando que tener o no un hermano, no determina la personalidad de una persona y mucho menos puede etiquetarlo como alguien con menores capacidades positivas. Por el contrario, son los padres los responsables de promover sus características.  

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“Si los padres ceden siempre a los caprichos de su hijo, hay más posibilidades de que con el tiempo esas percepciones que tiene la sociedad se reflejen en su personalidad, y cuando esto suceda no quiere decir que sea porque creció solo, sino porque nunca conoció de reglas”, explicó la profesional.

En ese sentido, destaca que la crianza del ser humano, crezca o no acompañado de hermanos, se basa de diferentes factores, entre esos, las normas impuestas en casa, los límites y la comunicación, los cuales son fundamental para el desarrollo de su autocontrol y su capacidad de relacionarse con los demás.

Lo que sí es cierto, es que los niños que tienen hermanos y los hijos únicos, aprenden a desarrollar sus habilidades sociales a diferente ritmo. Sin embargo, ninguno es mejor que el otro, siempre y cuando se fomenten los valores que contribuyen al sano desarrollo emocional y social.

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Danara Escorcia, psicóloga.

Desmitificando las etiquetas

Uno de los mitos más extendidos sobre los hijos únicos es que son más egoístas, a causa de no tener hermano o hermana con el que interactuar en su día a día, lo que hace que no aprendan a compartir. En palabras de la Dra. Danara Escorcia, esta acción puede ponerse en práctica con otros familiares, pues dicho comportamiento será resultado de la educación recibida y no una verdad absoluta general sobre los niños.

¿Tienen menos habilidad para controlar sus emociones?,  Muchas de sus experiencias las deben resolver por sí mismos, siendo más autónomos, así que en realidad bien podría pensarse que es todo lo contrario. Es habitual que los hijos únicos interactúen con más adultos, lo que hace que aprendan antes a gestionarlas.

A menudo también se ha malinterpretado la necesidad de afecto y atención de los hijos únicos, pero a diferencia de la creencia popular, no es que requieran más afecto o atención que aquellos que comparten el amor de sus padres. Cada niño tiene sus propias necesidades emocionales que deben ser atendidas de manera individualizada; en general, el hijo único siempre ha tenido la atención que ha necesitado, por lo que no necesita llenar un vacío emocional.

Además de mencionar los estereotipos, es importante hablar sobre el potencial de los hijos únicos, respaldadas por la ciencia. Estas investigaciones alegan que ellos suelen estar más comprometidos, ser más inteligentes, creativos e innovadores. De igual forma, cultivan relaciones positivas con sus padres.

Un análisis de 115 estudios que examinan el nivel de inteligencia de personas, respaldó esta información, tras descubrir que los hijos únicos puntúan más alto en test de inteligencia y obtienen mejores resultados académicos. Los únicos grupos que puntuaron más alto en estos aspectos fueron: los primogénitos y aquellos con solo un hermano pequeño.

“Aquí pueden estar involucrados muchos factores, pero es necesario destacar que al ser solito en casa, los papás tienen un mayor enfoque en él, en que crezca académicamente, practique un deporte, una nueva lengua y haga parte de actividades extracurriculares para que comparta con otras personas de su edad y entienda esa diversidad que existe fuera de casa”, detalló Escorcia.

En cuento a la salud mental, diversas investigaciones demuestran que no hay diferencias entre los dos grupos en niveles de ansiedad, autoestima o problemas de conducta. Sin embargo, los hijos únicos podrían estar mejor adaptados a la soledad, ya que saben entretenerse solos sin que para ellos este estado tenga connotaciones negativas como de falta de apoyo o comprensión. 

Dentro de las recomendaciones compartidas a los padres por la psicóloga Danara Escorcia, tengan uno o más hijos, es a criar niños comprometidos, creativos y evitar etiquetarlos ya sea de manera positiva o negativa, debido a que esto puede ser profundamente nocivo para su desarrollo, al generarles una presión adicional o limitar su potencial y autoestima.