Sin respeto al derecho a la intimidad

JAIME VELEZ GUERRERO

Las principales ciudades turísticas de la costa Caribe colombiana son actualmente epicentros de espionajes, concretamente los alojamientos de todo tipo. Ahora las parejas en Barranquilla no acuden masivamente a estos sitios por temor a que queden grabado sus momentos felices. Es que definitivamente el estado moderno va camino a apoyar más su seguridad que la intimidad y privacidad.

Ya es cosa del pasado grabar video de audio o tomando foto a una pareja en pleno acto sexual dentro de una habitación hotelera o alojamiento, era necesario estar oculto con su dispositivo en el lugar de los hechos lúbricos. Ahora, con la era tecnológica las cámaras de videos son completamente distintas, pues su objetivo es equipararse a la función del cerebro humano.

Los moteles y hoteles no solo han sido escenario del dios Eros sino también lugares en donde los amantes asesinan con sevicia a su pareja. Estos feminicidas por lo regular poseen un ínfimo nivel social y educativo, sin olvidar que generalmente el victimario es un drogodependiente, que a mi juicio alimenta el comportamiento delictivo de crueldad excesiva.

En los últimos años se puede observar que se ha vuelto común en la ciudad la práctica del sexo duro dentro de los automóviles con vidrios o lunas polarizadas. Algunas personas piensan que la falta  de recurso económico ha traído consigo la realización del rapport sexual en los carros. Además, este sitio es más seguro que ingresar a cualquier alojamiento que son fácilmente espiados tanto en la entrada   como en los interiores.

Se dice que las personas vinculadas en la parte administrativa, propietarios, camareras, y hasta los mismos usuarios presuntamente serían los autores intelectuales de espiar a los huéspedes o parejas-tríos en las habitaciones de moteles y hoteles, generalmente estos podrían estar empleando cámaras ocultas, micrófonos y otras herramientas basadas en inteligencia artificial.

No me sorprende que los que están grabando videos en habitaciones de hoteles y lugares similares vendan por internet el material íntimo. Como en estos tiempos las empresas pornográficas compran de todo, no importa que sea tomado ilegalmente. Sin embargo, si estas escenas eróticas se realizan en vivo tienen un valor económico elevado. Por otro lado, el comercio electrónico mundial es también cómplice del espionaje en moteles pues allí se puede adquirir cualquier dispositivo prohibido. Es el caso de las cámaras con un lente de un milímetro, que podrían ser utilizadas para vigilar a los lujuriosos clientes.

Se han presentado situaciones que después de haber sido grabado la pareja, es extorsionada con llamadas para exigirle dinero, generalmente las personas de sexo femenino acceden a las ilícitas pretensiones del extorsionista, pues no desean que su cónyuge  y su familia se enteren de sus aventuras amorosas.

Lo que sí puedo decir, que la quiebra  del sector de moteles en la urbe tiene su origen en la falta de seguridad y la invasión a la intimidad de sus clientes, puesto que los videos sin el consentimiento de las personas son ilegales. Por todo esto es importante que en el país se cree una unidad especial en la Policía Nacional, dedicada exclusivamente al turismo y a evitar el incremento del espionaje en las habitaciones de hoteles. 

De hecho, la práctica del “cruising” o “cancaneo” también ha repercutido negativamente en este sector. Ahora se están manteniendo  numerosas relaciones sexuales en sitios públicos como en el interior de los vehículos.