Redacción Sociales
LA LIBERTAD
La etapa de convertirse en padres, lo que para las generaciones pasadas parecía ser un paso fundamental en sus vidas, no parece tener la misma relevancia entre los Millennials, la generación que nació entre 1981 y 2000, y que según diferentes estudios, prefiere posponer u abandonar por completo la idea de tener hijos y una familia.

La juventud actual se ha caracterizado por no conformarse con los paradigmas o presiones sociales pre-establecidos. Por el contrario, han decidido marchar a su propio ritmo, y priorizar sus proyectos profesionales, ampliar sus estudios, entre otras cosas como viajar, disfrutar de su libertad y no limitarse en nada.
Datos recopilados por organismos gubernamentales colombianos y de diversas naciones a nivel global revelan una tendencia hacia una disminución en las tasas de fecundidad, así como un aumento en la edad en la que las mujeres deciden ser madres, postergando esta importante decisión. Paralelamente, se han conocido nuevos patrones de comportamiento reproductivo y tendencias que reflejan la creciente voluntad de las personas al no querer ser padres.

Los resultados de una investigación realizada por una universidad en México que se basa en los testimonios de 20 mujeres que han optado por no tener hijos, revelan que no existe una única causa que motive esta decisión. Más bien, se trata de una combinación de factores estructurales, contextos familiares y experiencias personales de vida.
Entre los factores que motivan la decisión, está la desigualdad económica existente, pues a pesar de que esta generación es la más preparada, también es la peor pagada, razón que posiblemente pueda hacer sentir a los jóvenes poco aptos para tener una nueva responsabilidad del tamaño de un ‘bebé’.

De igual forma, el panorama global también se presenta cada vez más desafiante debido a puntos preocupantes como lo es la desolación frente al futuro, el cambio climático, la sobrepoblación y la escasez de recursos naturales.
De acuerdo con varias investigaciones sociales y ambientales, la cantidad de seres humanos está llevando al planeta a una carencia de sus fuentes más importantes que se dificulta día tras día, y que sin duda, podrían terminar en situaciones irreversibles.
Por otro lado, están las personas o parejas que priorizan su vida laboral, tienen temor a la paternidad o cree que no sabrán cómo consolidar un hogar firme, como también quienes no necesitan dar a conocer una razón específica.
Lo que antes era percibido por la sociedad en general como una tendencia entre los más jóvenes de la generación actual, caracterizada por un enfoque más centrado en disfrutar de las experiencias de la vida, ha influido en la disminución de la prioridad dada a la formación de familias.
Estudios como el realizado por Mensch, Sing y Casterline en 2005, sugieren que este fenómeno contribuirá a una disminución en la tasa de natalidad a nivel mundial, pasando de 2.4 a 1.7 niños por mujer. Si una pareja logra concebir dos hijos, se asegura su reemplazo dentro de la población mundial; sin embargo, al estar este número por debajo de 2, se espera un inevitable descenso en la población global.
Etiqueta #libredehijos
En la era actual de las redes sociales, donde las etiquetas juegan un papel crucial, el distintivo #libredehijos viene ganando impulso y se hace viral.
Cada vez son más las personas que han decidido no tener hijos y utilizan las diferentes plataformas digitales para compartir sus experiencias y los procedimientos que les han funcionado en su elección de vida.
En estos espacios ofrecen consejos, recursos y brindan apoyo a aquellos que comparten su misma decisión o están considerando opciones similares, quienes también reclaman y adoptan este término como parte de su identidad.
Si bien, la decisión de no tener hijos puede repercutir más adelante en el número de la población mundial, es fundamental reconocer y respetar la decisión de las personas. La maternidad y la paternidad son opciones personales y privadas que no deben ser impuestas por normas sociales o expectativas culturales.