El colombiano desestima su salida luego de una crisis por minutos en cancha y se compromete hasta el 2025 con el equipo brasileño.
En el ámbito del fútbol sudamericano, las últimas semanas han estado marcadas por una notable controversia centrada en la figura de James Rodríguez. El jugador colombiano, perteneciente al Sao Paulo, protagonizó un episodio de descontento debido a su escasa participación en los encuentros, lo que llevó a especulaciones sobre su posible salida hacia clubes europeos.
Entre los equipos que mostraron interés en el fichaje de Rodríguez se encontraban Besiktas, Real Salt Lake, Banfield y Boca Juniors, así como otros clubes sudamericanos. Sin embargo, obstáculos económicos dificultaron su traspaso, lo que eventualmente condujo a un cambio de actitud por parte del jugador, quien decidió mantenerse en el Sao Paulo hasta el año 2025.
Según reportes de la prensa brasileña, «James expresó su deseo de marcharse hace algunos días y exploró opciones con otros clubes. Ante la falta de avances en las negociaciones, reconsideró su decisión y optó por permanecer en el Sao Paulo». Además, se habría disculpado ante la institución paulista por su comportamiento previo.
Muricy Ramalho, Coordinador de Deportes del Sao Paulo, comentó sobre este cambio de rumbo en la carrera de Rodríguez, afirmando que «comprendo a los jugadores, también fui jugador, sé que no es fácil no tener minutos en el campo, especialmente para un jugador destacado como él». Continuó explicando que «lo importante es que reconoció su error al no presentarse a una práctica y ofreció disculpas, eso es lo que cuenta».
Ramalho también describió la conducta del colombiano durante este período de controversia, señalando que «siempre cumplió con sus deberes, asistiendo a entrenamientos puntualmente y trabajando al máximo con el equipo. La gente entendió su disculpa y su deseo de continuar jugando en el Sao Paulo».
Finalmente, expresó su satisfacción por mantener a Rodríguez en el equipo, destacando que «no se puede ignorar a un jugador de su calibre, esa ha sido siempre mi opinión en el Sao Paulo, aunque son los técnicos quienes toman las decisiones finales».