Inicio de la Cuaresma marca periodo de penitencia y reflexión para los fieles católicos.
Con la llegada del Miércoles de Ceniza, los fieles católicos conmemoran el inicio de la Cuaresma, uno de los momentos más significativos del año litúrgico. Durante este día, millones de personas acuden a las iglesias para recibir la imposición de ceniza en la frente, un acto simbólico que representa la mortalidad humana y la necesidad de arrepentimiento por los pecados.
La celebración del Miércoles de Ceniza marca el comienzo oficial de la Cuaresma, un periodo de 40 días que culmina con el Domingo de Resurrección, también conocido como Pascua. Durante estas semanas, los creyentes se dedican a la oración, el ayuno y la penitencia como preparación espiritual para la celebración de la Semana Santa.

Uno de los aspectos más destacados de la Cuaresma es la tradición de abstenerse de comer carne roja, especialmente los viernes. Esta práctica tiene sus raíces en la enseñanza católica sobre el sacrificio y la penitencia, y simboliza el deseo de los fieles de unirse al sufrimiento de Jesucristo en su camino hacia la crucifixión y la resurrección.
Desde el Miércoles de Ceniza hasta el Domingo de Resurrección, muchos católicos optan por evitar el consumo de carne roja como una forma de expresar su compromiso con la fe y su disposición a sacrificar placeres mundanos en favor de la espiritualidad.
Existen diversas interpretaciones sobre el significado de abstenerse de carne roja durante la Cuaresma. Algunos creyentes lo ven como un gesto de solidaridad con los menos afortunados, mientras que otros lo relacionan con la purificación del alma y la renovación espiritual.

Además de los viernes de Cuaresma, también se observa la abstinencia de carne roja en el Sábado Santo, como parte de las prácticas penitenciales de este periodo sagrado. Durante estos días, muchos fieles optan por una dieta alternativa que incluye pescado, frutas, verduras y granos como sustitutos de la carne.
En resumen, el Miércoles de Ceniza marca el inicio de un tiempo de reflexión y preparación espiritual para los católicos de todo el mundo. A través de prácticas como la abstinencia de carne roja, los fieles buscan fortalecer su relación con Dios y vivir de acuerdo con los valores de la fe cristiana.