Las recientes declaraciones del Ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, durante la primera audiencia pública previa al tercer debate de la reforma a la Salud en Bucaramanga, han generado críticas y preocupación en el Congreso.
En sus declaraciones, el ministro mencionó que, en caso de faltar recursos para financiar la reforma a la salud, se debería implementar una nueva reforma tributaria, sugiriendo que «pongamos a los empresarios a que paguen».
Estas declaraciones no fueron bien recibidas por varios congresistas, quienes expresaron su descontento y cuestionaron la viabilidad fiscal de la reforma a la salud. El senador David Luna de Cambio Radical manifestó su preocupación, señalando que el gobierno busca impulsar otra reforma tributaria para tener más recursos en su bolsillo, lo cual considera como un intento de consolidar un control total, económico y político.
Por su parte, el senador Humberto De La Calle criticó al Ministro de Salud, afirmando que las declaraciones revelan la falta de transparencia en cuanto al costo fiscal de la reforma. La molestia de los senadores no augura una señal positiva para el futuro de la Reforma a la Salud, ya que estos debates son cruciales para la aprobación de la iniciativa.
El ambiente de desconfianza y las críticas podrían influir en el proceso legislativo, ya que la aprobación de la reforma a la salud requiere la tramitación exitosa del tercer y cuarto debates en el Congreso.
