La opositora busca impugnar medida que le impediría enfrentar a Maduro en las elecciones de 2024, alegando acuerdos y presión internacional.
En un inesperado giro, María Corina Machado, líder opositora venezolana, presentó este viernes una apelación ante la justicia contra la inhabilitación que la privaría de postularse contra el presidente Nicolás Maduro en las elecciones de 2024. La acción se produce en el último día del plazo establecido en un acuerdo mediado por Noruega.
«Nadie nos saca de la ruta electoral. Ahora está la pelota del lado de Maduro y Maduro tendrá que decidir si se cuenta o no se cuenta, si cumple o no cumple con los acuerdos que ha asumido con actores de la comunidad internacional», afirmó Machado a los periodistas a su salida del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
La apelación de Machado contradice sus afirmaciones anteriores de que no recurriría al TSJ, acusado por la oposición de estar al servicio del gobierno chavista. La líder opositora, tras arrasar en las primarias, defiende su derecho a postularse y denuncia posibles maniobras para obstaculizar su participación en las elecciones.
Las inhabilitaciones, conocidas por ser utilizadas como arma política, son emitidas por la Contraloría, aunque la Constitución establece que solo una sentencia judicial «definitivamente firme» impide aspirar a la presidencia.
Estados Unidos celebró la decisión de Machado, expresando en un mensaje de la embajada en redes sociales su apoyo a la valentía de la opositora y otros candidatos que también apelaron sus inhabilitaciones.
María Corina Machado, en una rueda de prensa posterior, explicó su decisión como respaldo a un proceso de negociación complejo destinado a asegurar elecciones limpias y libres. También mencionó la necesidad de liberar a presos políticos, incluido Roberto Abdul, miembro de Súmate, organización fundada por Machado.
La administración de Joe Biden flexibilizó sanciones a Venezuela, condicionadas al levantamiento de inhabilitaciones de opositores. La embajada estadounidense exigió a Maduro demostrar compromiso con elecciones competitivas e inclusivas, junto con la liberación de ciudadanos estadounidenses detenidos injustamente y de los presos políticos venezolanos.
El presidente del Parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, rechazó la postura de la embajada estadounidense, tildándola de «oficina de propaganda» al servicio de oscuros intereses.