Por Pepe Comenta
Un verdadero sabio y no solo en el beisbol y la Química. Poseía un vastísima cultura general que le permitía hablar con autoridad en casi cualquier campo de la actividad humana. Falleció el 15 de diciembre de 2016.
Mike Scmulson, quien hizo la transición el 15 de noviembre de 2016, era un verdadero gigante. Por sus estudios profesionales, dominaba, desde luego lo relacionado con lQuímica, Física y Matemáticas -era Ingeniero Químico- conociía como nadie los secretos del beisbol, hablaba tres diomas y poseía una vastísima cultura general, que le permitía hablar con propiedad casi sobre cualuier tema.
Un ejemplo de esto, fue cuando en la transmisión de la Serie Mundial de 2010, aludió a un «Frío Infernal» que había en gran parte del territorio de Estados Unidos-
-¿Frío Infernal? Pero si se supone que el Infierno es caliente- dijo un periodista bogotano con algo de sarcasmo.
Un televidente, le explicó a través de un mensaje al comentarista en qué consiste la figura retórica del oxímoron, que enfrenta vocablos de significados contrarios, pero su aclaración fue ignorada del todo por parte del comunicador, quien siguió con su estribillo de burla.
-¿Frío Infernal? ¿Frío Infernal? ¿Será que habría hielo y no candela en el Infierno?- proseguía.
Pero la inquietud había sido sembrada y llegó a oídos de Schmulson, quien despejó la duda de una
-Pues, yo no busqué hacer un oxímoron ni mucho menos. Yo hablé de Frío Infernal, porque en la Divina Comedia, el poeta florentino, Dante Alighieri describe en el noveno círculo de su obra un Infierno Helado- indicó al ser cuestionado sobre el tema.
El canto 32 del Infierno de la Divina Comedia, Dante se coloca en la primera y segunda zona de ese noveno círculo en el Lago Helado Cocito, sitio reservado a los traidores de los parientes, Caina y los de la patria y el partido (Antenora)
Al volverme, hallé
al frente un estanque helado. No
asemejaba agua, antes dura
roca. Nunca polo alguno formó
tal masa helada, que de caer
montañas no la lograran hacer
un rasguño.
Cuando el campo llegó
a la sazón —ya presto a que lo
tome la segur para recoger
la cosecha—, es en las ranas meter
el cuerpo, sacando la cabeza lo
forzoso para poder croar. Tal
aquellos condenados se encontraban
por dentro del carámbano, sacando
sus cabezas hasta el mentón.
El comentarista bogotano, luego de conocer una razón de la cual él no tenía la menor idea, desapareció de la televisión por unos días, pues ahora era él el objeto de las burlas.
Perso continuando con lo de Schmulson, el beisbol para él, era casi una religión. En la primera etapa del profesionalismo -nos referimos a la década del 50- fue convocado por los hermanos Vargas, dueños del equipo Vanytor- para que los asesorara en la contratación de los peloteros. Claro que al tiempo, se convertía en un ídolo de los oyentes de sus transmisiones de la pelota caliente, al lado del inolvidable narrador, Marcos Pérez Caicedo.
Cualquiera podría haber creído que la vigencia de Mike, terminaría cuando se acabó en Colombia el beisbol profesional pero no. Fue entonces cuando Barranquilla empezó a desentrañar los secretos de las Grandes Ligas, gracias a la nutrida información que él nos entregaba. Por él se supo que en ese momento Babe Ruth era poseedor de dos registros sorprendentes: 60 jonrones en una tempoirada y 714 de por vida; tamnbién nos reveló que uno de estos records fue roto por Roger Maris en 1961 y que Whitey Ford había lanzado en 243 juegos, sin permitir un sólo robo de base.
Pero Mike no se detendría en el beisbol y empezó a intervenir de manera activa en la política. Fue elegido concejal de Barranquilla e impuso un record como los peloeros que tanto mencionaba. En 10 años, sólo tuvo dos empleados en el Concejo: los periodistas deportivos en ese entonces, Joao Herrera y Luis Alberto (Cheo) Feliciano.
En lo personal, trabajamos con Schmulson en dos oportunidades: estuvimos juntos en las transmisiones de la primera Emisora Mar Caribe, al lado de Ventura Díaz, quien era el narrador y para televisión en el combate de boxeo entre el campeón mundial Mark Breland y el retador colombiano Rafael Pineda.
Su sentido de humor siempre estaba presente y hay una anécdota simpática en torno a esa pelea. Mark Breland ganó el combate pero terminó con una lesión en la rodila. Le dijimos a Mike, que uno de los sparrings que tuvo el retador colombiano, había sufrido una lesión similar.
-Le hubiera ido mejor entonces como futbolista- respondió
Era un verdadero maestro en todo y hoy ya no está con nosotros. Una pérdida muy sensible para el periodismo y para el beisbol y es además la cuarta muerte que enluta este año las letras barranquillera. Los otros tres fueron Edgar Perea Arias, Álvaro Ruiz Hernández y Alberto Navarro Urueta. (2016)
¡Don Mike! -como le dijimos siempre- ¡Guárdenos por favor un rinconcito allá en el cielo al lado de Dios Padre, para seguir conversando de todos los temas!