En un devastador ataque directo al Hospital Al Shifa en Gaza, 13 personas perdieron la vida y muchas resultaron heridas, sumiendo a la región en una profunda crisis humanitaria. Las fuerzas israelíes han rodeado no solo este hospital, sino también otros centros médicos, exigiendo su evacuación.
Tanques israelíes cercan hospitales infantiles y de salud mental, dejando a miles de pacientes y personal médico atrapados, sin acceso a agua ni alimentos. Las denuncias de bombardeos israelíes alrededor de hospitales se han vuelto constantes, afectando la capacidad operativa de numerosos centros médicos.
El Gobierno de Gaza ha condenado vehementemente estos ataques, calificándolos como una «locura criminal». Acusan a Israel de cometer crímenes contra hospitales y personal médico, alegando que estas instalaciones han sido deliberadamente bombardeadas, resultando en masacres.
En medio de esta tragedia, el número de palestinos muertos por bombardeos en Gaza ha superado los 10,800 desde el inicio de la guerra en octubre. La comunidad internacional observa con creciente preocupación esta escalada de violencia, mientras el Gobierno de Gaza advierte sobre la inminencia de una «gran catástrofe» si estos ataques indiscriminados persisten.