El Registrador Nacional, Alexander Vega, ha hecho públicas declaraciones sorprendentes, revelando la existencia de un complot para incendiar la sede de la Registraduría en Gamarra, Cesar. Según Vega, candidatos al Concejo y a la Alcaldía de este municipio estarían implicados en el trágico incendio que cobró la vida de la funcionaria Duperly Arévalo Carrascal.
El fatal incidente ocurrió cuando Arévalo quedó atrapada en un baño de la sede de la Registraduría, y otras cuatro personas resultaron heridas tras un ataque en el que individuos arrojaron gasolina al edificio y lo incendiaron. Este acto de violencia ocurrió después de que varios candidatos fueran inhabilitados para las elecciones regionales programadas para el 29 de octubre.
Alexander Vega, anunció su compromiso de permanecer en Gamarra «hasta que se dicten las órdenes de captura contra los asesinos de Duperly». Además, el Registrador enfatizó que el incidente no fue un acto espontáneo, sino algo premeditado, en el que se transportaron pimpinas de gasolina con la intención de incendiar la Registraduría junto con sus funcionarios.

Los criminales ingresaron a la sede, agredieron a las empleadas y les robaron sus teléfonos celulares. La intervención de la Policía condujo a la captura de uno de los candidatos al Concejo, pero para liberarlo, los agresores atacaron a los funcionarios de la Registraduría.
«Lo terrible que estamos viendo es que los implicados son candidatos al Concejo, que planificaron todo este ataque. Algunos de ellos aparecen en el video golpeando a las registradoras, como es el caso de Cristian Yesid Lobo Pacheco, quien viste de rojo», explicó el Registrador.
Alexander Vega también mencionó al candidato a la Alcaldía de Gamarra, Fernando Márquez, del movimiento político En Marcha, quien también fue inhabilitado por haber firmado contratos públicos un año antes de las elecciones. Vega afirmó que estos candidatos intentaron incendiar la Registraduría para evitar la revocatoria de su candidatura.
El esclarecimiento de estos hechos se encuentra en manos de las autoridades, mientras Gamarra y la comunidad en general se mantienen conmocionados por la violencia y la gravedad de las acusaciones. La justicia deberá seguir su curso para determinar las responsabilidades en este lamentable episodio.