Activistas y familiares de presos políticos en Venezuela se manifestaron en la ciudad de Caracas exigiendo el cierre de los llamados «centros de tortura». Los manifestantes aseguran que dichos centros existen en el país y demandaron la liberación de personas críticas con el gobierno detenidas sin motivo.
Portando pancartas y vistiendo camisetas negras con el mensaje «cierren los centros de tortura», los familiares de los presos políticos demandaron el fin de los tratos crueles.
La activista Sairam Rivas, quien anteriormente estuvo detenida durante cuatro meses, afirmó que tanto los expresos políticos como las organizaciones de derechos humanos promovieron estas protestas para buscar una mayor incidencia que permita la liberación de los presos políticos en el país, donde se estima que hay alrededor de 270, según la ONG Foro Penal.
Rivas también recordó a los representantes del gobierno y de la oposición que mantienen negociaciones que los presos políticos no son objetos de cambio en las negociaciones, sino que son seres humanos a quienes se les están negando sus derechos.
Por su parte, Andreina Baduel, hermana de un preso político e hija del militar Raúl Baduel, fallecido en prisión tras 12 años de detención, afirmó que el propósito de estas protestas es elevar la voz para que la situación de los familiares detenidos se conozca y se logre su liberación.
Para Baduel, es importante denunciar y documentar las violaciones de derechos humanos para evitar que otros vivan el mismo horror que su familia y muchos venezolanos viven por pensar diferente.
Según los organizadores, la protesta también se llevó a cabo simultáneamente en Madrid, donde varios opositores exiliados exigieron la liberación de los presos de conciencia.
El pasado 18 de octubre, después de la firma de acuerdos en Barbados, varios presos políticos fueron puestos en libertad, incluyendo al periodista Roland Carreño y al exdiputado Juan Requesens, quienes permanecían bajo arresto domiciliario, así como a Marco Garcés, Eurinel Rincón y Mariana Barreto, todos considerados presos políticos.