Por Ulises Redondo Cienfuegos
No hay ningún poder razonable. No existe ninguna virtud del poder que nos lleve a santificarlo. El poder es dominante, opresor, egoísta, odiante, vanidoso, arrogante, destructivo, violento, criminal, ladrón, no tiene alma, es insensible, inhumano.
El poder mundial que en EE.UU. lo abarca todo: finanzas, industria, medios de difusión masiva, gobierno, fuerzas armadas, telecomunicaciones y transportes, comercio y distribución, universidades, servicios y asociaciones profesionales opera como un poder fáctico dirigido por una tecnoestructura supranacional que trasciende a escala mundial al que deben sujetarse los países satélites.
Su modelo de orden mundial nació después de la Primera Guerra Mundial y es una aberración. ¿Ha existido algún poder que no sirva para dominar? ¿Acaso podría haber esperanzas en otro tipo de poder que sería para solidarizarse con los más débiles, para ayudarlos a crecer, a superarse?
El poder se muestra exhibiendo la riqueza material. La vanidad del lujo es su máxima expresión. En términos de «convivencia» relaciones sociales y relaciones de producción el poder es humillante.
El poder se demuestra y la mejor forma es la coerción, la violencia, el terror, la guerra.
Todos ejercemos un tipo de poder. Dentro de la familia hay parientes con mayor capacidad de ingresos monetarios que otros. Hay parientes ricos y parientes pobres. Dentro de cada clases social también. Hay pobres estrato cero, 1 y 2. Dentro de la clase rica hay ricos y mega ricos. Existen regiones del país más ricas que otras. Así por ejemplo en Bogotá se concentra la cuarta parte de la economía del país y por tanto es la ciudad con el presupuesto “per cápita” más alto, de tal manera que un cachaco pobre puede ser más «rico» que un barranquillero pobre.
Judíos y árabes son semitas. Ambos pueblos tienen la misma procedencia étnica. Son semitas por considerarse según la leyenda bíblica descendientes de Sem, hijo de Noé, el del arca.
Abraham también era descendiente de Sem, el tercer hijo de Noé. Lo que equivale a decir que hebreos y semitas son pueblos hermanos. El vocablo hebreo proviene de «ibhri», que significa «el que cruza sobre», en alusión al paso de Abraham sobre el Río Jordán.
El territorio conocido históricamente como Palestina, constituyó hace unos 5.000 años lugar de asentamiento de tribus que emigraban de la Península Arábiga hacia las tierras de la llamada Creciente Fértil que incluía también a zonas de Iraq, Siria, Líbano y Jordania, en busca de
agua y pastos para sus ganados.
Los cananeos, ocupantes de la llamada Tierra de Canaán que fueron también nombrados posteriormente filisteos por su derivación de Falestín (Palestina) tenían ese origen y se establecieron en esos territorios mucho antes de la llegada de los hebreos.
Según el Antiguo Testamento de la Biblia, Abraham, el primer patriarca, partió de Ur, centro de la antigua civilización caldea (ahora Iraq), unos 4.000 años atrás para dirigir su tribu a Canaán, actual Palestina, donde Jehová (Dios) le había orientado crear una gran nación.
Aquellos que habían venido con Abraham a Canaán al parecer se establecieron allí por algún tiempo, hasta que decidieron cruzar el Sinaí hacia Egipto en busca de mejores pastos para su ganado, donde permanecieron unos 400 años, después de lo cual el faraón, molesto por las diferentes costumbres y practicas de esta comunidad que se había multiplicado notablemente, los esclavizó. Moisés escapó y guio a sus seguidores de vuelta a Canaán, estableciendo las leyes recogidas en los cinco primeros libros del Antiguo Testamento (Torá o Pentateuco).
Hay una equivalencia por sus acciones criminales (genocidios) entre fascismo y sionismo. Los criminales no comulgan con ninguna ideología ni abrazan ninguna religión aunque las utilizan para sus fines mezquinos.
No tiene que ver con religión ni ideologías ni pueblos. Puede ser fascista un cristiano como Hitler o un cristiano paisa como Uribe. Pueden ser terroristas Netanyaw, Hamás o el gobierno de EE.UU.
Arnold J. Tonybee en su libro Estudio de la Historia, escribió: “Los crímenes cometidos por los nazis contra los judíos son comparables a los cometidos por los judíos contra los palestinos”.
A QUIÉN LE PERTENECE JERUSALEN
Jerusalén es territorio neutral. Allí confluyen las tres religiones: cristiana, musulmana y los seguidores del Torá (judíos). Si se quiere tres ramas (religiones) de un mismo tronco original la religión monoteísta abrahámica.
Los símbolos sagrados perduran allí. Los cristianos estiman la ciudad como el escenario de los últimos días de Cristo y allí se mantienen los más importantes santuarios: la crucifixión y el sepulcro de Jesús. Allí también se encuentra la Cúpula de la Roca desde donde el profeta Mahoma había ascendido al cielo; y el Muro de las Lamentaciones que resistió a la destrucción de segundo templo construido por Herodes (516 a.C.-70 d.C.) El Muro de las lamentaciones es sagrado para los judíos debido a que es el último trozo del muro que rodeaba el Templo por el Sur y por el Este. Además, el Muro es el lugar más cercano a la sancta sanctorum o lugar santísimo.
Sin embargo una decisión intrusa tomada por Donald Trum fue reconocer a Jerusalén como capital de Israel, trasladando la embajada de EE.UU hacia esta ciudad.
El sionismo considera que los judíos son únicos. El pueblo elegido, los puros de corazón. En realidad son un movimiento nacionalista que propuso desde sus inicios el establecimiento de un Estado para el pueblo judío.
Hay dos vertientes de judíos ultra ortodoxos: la comunidad de los temerosos de Dios que esperan la llegada del mesías y expresan que ese día se liberarán de todos los problemas: «los que hayan seguido el camino de la Torá vencerán, los que no desaparecerán». Rechazan por completo al Estado. Manifiestan que el Estado de Israel es el peor desastre que le puede ocurrir a los judíos. Otra vertiente de los ultra ortodoxos está dispuesta ha hacer política. Los partidos Shas y Judaísmo Unido de la Torá son socios de coalición del primer ministro Netanyahu. A cambio de sus votos reciben subvenciones para sus comunidades y escuelas de la Torá así como influencias sobre las normas religiosas.
EL HOGAR JUDIO Y EL PROYECTO SIONISTA
Cuando el 2 de noviembre de 1917 el Ministro Británico de Relaciones Exteriores, Lord Balfour firmó la declaración Balfour, hablaba de: “El establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío”, ningún palestino se opuso al hogar judío aunque no se imaginaban las verdaderas intenciones del sionismo confabulado con los ingleses. Ni todos los sionistas ni todos los ingleses interpretaban por igual el significado del prometido “hogar judío”. Un destacado dirigente sionista de entonces Ahad Ha-am lo concebía como un centro internacional espiritual del judaísmo. Hasta ahí todo parecía perfecto.
CREACIÓN DEL ESTADO DE ISRAÉL
Cuando se aprueba el plan de partición de Palestina los judíos eran propietarios del 7% de la tierra pero la Resolución 181 de la ONU les asignaba para construir el Estado Judío el 56% de todo el país. La población judía, sin embargo, era aproximadamente la tercera parte. Una intromisión colonialista. Un Asunto que nunca fue consultado a los palestinos y en clara vulneración a la autodeterminación de los pueblos. ¿Dar a un pueblo sin territorio un territorio sin pueblo?
Pero los parientes ricos (judíos sionistas) querían mostrar y demostrar el poder a sus parientes pobres (palestinos).
Muchos judíos en Europa se volvieron prósperos hasta alcanzar importantes posiciones bancarias como el caso de la familia judeo-alemana Rothschild. Otros judíos emigraron a EE.UU. como los Rockefeller.
El Estado sionista de Israel es un ensayo sobre terreno de un Estado único, singular, sui generis para «el pueblo de dios», que implica necesariamente la » limpieza étnica» no por cuestiones religiosas sino por demostración de poder. Un ensayo del poder privado mundial donde elites de judíos mega millonarios mandan. Y no es que le interese mucho el destino de los judíos pobres. ¿Acaso el régimen nazi mató a los judíos ricos? ¿No tenían ellos con que pagar su libertad?
El banquero PáuI Moritz Warburg, proveniente de una dinastía tradicional de banqueros judíos radicados en Alemania, partiría a EE.UU., en noviembre de 1907 donde establecería su lugar permanente de residencia y se convertiría en impulsor del futuro banco central estadounidense, hoy Sistema de la Reserva Federal la cual fue posible junto a otros banquero de Wall Street también de origen judío: Rockefeller, Schiff, Rothschild. Warburg fue además el primer presidente de la omnipotente Federal Reserve System (FED) en donde se mueven todos los hilos de la economía mundial.
Los judíos Carl Icahn (conglomerado Icahn Enterprises), Sheldon Adelson (Las Vegas Sands Corporatión), Charles Koch (Koch Industries Inc., la segunda empresa más grande de EE.UU.), Michael Bloomberg (Compañía Bloomberg LP dedicadas a servicios financieros global, medios de comunicación y software, Larry Page (Silicon Valley), Larry Ellison (Oracle Corporation, dedicada a sofwar, base de datos y tecnologías de la información) Mark Zuckerberg (dueño de Facebook, Instagram y Whatsapp), solo para mencionar a algunos se les ve en fotografías abrasados con Donald Trump. Si reunieran sus fortunas con otros judíos podrían comprar medio mundo solo para ellos relegando a los demás a una especie de servidumbre sado-masoquista. Porque el amo no puede vivir sin sus sirvientes y la servidumbre obediente no puede vivir sin sus amos.