CURRICULO, SOCIEDAD Y CALIDAD DE LA EDUCACIÓN

POR: GERALDINE MERCADO MARTÍNEZ Y DANIELA VALENCIA CANTILLO

Durante varias décadas nos hemos encargado de cumplir con los derechos básicos del aprendizaje, uno tras uno, cumpliéndole a nuestros superiores, y se podría decir que se a cumplido con éxito, pero haciendo un análisis mas a fondo, estos contenidos que damos en la media, ¿si tienen que ver nuestro futuro? Estos contenidos ¿nos servirán en nuestros futuros currículos?

Está claro que los de la educación superior claro que sí, ya que están completamente de la mano con la carrera escogida, pero los de la media dejan mucho que pensar, hay temas muy sobreevaluados que luego de verse en un colegio, mas nunca se vuelven a tomar, y consideraría que seria una perdida de tiempo estudiar o aprender algo que mas nunca vamos a utilizar, los currículos deben de ser un aprovechamiento máximo, porque esas simples hojas, serán nuestra presentación profesional, desde ahí garantizaremos nuestras capacidades, y todo lo que podemos ofrecerles a una institución o empresa con ellas mismas, serán ese seguro que nos mantendrán firme como profesionales activos.

Si bien necesitamos una reforma en estos temas educativos, para lograr que vayan de la mano con lo que se quiere hacer en el futuro, esta bien que en la media se da lo básico de cada área, pero hay temas que superan lo básico y tienen mas complejidad, complejidad luego no se aprovecha ya que son temas que no se vuelven a tocar.

Muy diferente sería el caso si se agregara arte a todos los colegios, no solo algunos que tienen el privilegio de tenerlo en sus instituciones, asignaturas como arte y todo lo relacionado a talento podrían ser de gran ayuda con los estudiantes que aun no saben que hacer con su futuro.

Se lograría con esto que en los currículos de esas nuevas generaciones hubiera gran cantidad de temas de máximo aprovechamiento, que se presenten no como maquinas empresariales si no como humanos con capacidades socio- activas en pro de avanzar hacia una sociedad mas valorativa.

Colombia tiene el reto de formar buenos ciudadanos con el fin de que seamos nosotros lo que generemos esa transformación que necesita la sociedad actual, para el cumplimiento de esto la Constitución Política nos indica que podemos encontrar en el artículo

art. 67 se plantea que la  educación formará al colombiano en el respeto a los derechos humanos, a la paz y a la democracia y que  corresponde al Estado regular y ejercer la suprema inspección y vigilancia de la educación con el fin de velar por su calidad, por el cumplimiento de sus fines y por la mejor formación moral, intelectual y física de los educandos; garantizar el adecuado cubrimiento del servicio y asegurar a los menores las condiciones necesarias para su acceso y permanencia en el sistema educativo. También encontramos en el art. 95 el ejercicio de los derechos y libertades reconocidos en esta Constitución implica responsabilidad y, por ende, toda persona está obligada a cumplir la Norma de Normas y las leyes.

Ahora aterrizamos estos artículos a las problemáticas actuales desde el campo educativo, para el ejercicio democrático en las instituciones educativas. Con el fin que los estudiantes cumplan con sus responsabilidades como ciudadanos en formación, es así como se hacen partícipes de actividades cívicas y comunitarias de nuestro país. ¿Pero cuáles actividades democráticas deberíamos realizar mientras estamos en instituciones de educación básica? A continuación, mencionaremos algunas: Consejo estudiantil y la elección de una persona idónea para el cargo de personero estudiantil.

Desde este punto inicial de la formación pedagógica sobre el Manual de Convivencia estudiantil y sobre todo los derechos a los que están sujetos en la Constitución. Estos ejercicios democráticos nos permiten tener un panorama crítico sobre como los estudiantes perciben sus responsabilidades como ciudadanos, ¿pero sí lo están haciendo de la forma correcta? En algunos casos se han visto situaciones en que los estudiantes que aspiran a ser personeros de su institución no cumplen con un programa idóneo para presentar ante la comunidad estudiantil y de esa forma fallan ante los valores que deben poseer como ciudadanos.

La formación ciudadana en Colombia es un desafío que requiere una atención especial. Los problemas en la participación ciudadana, especialmente en el ámbito escolar, deben abordarse con urgencia para construir una sociedad más democrática y participativa. Esto implica la implementación de estrategias pedagógicas efectivas y la promoción de la reflexión crítica sobre la Constitución y los derechos humanos.

La educación es la clave para forjar ciudadanos conscientes de su papel en la sociedad y capaces de tomar decisiones informadas para construir un mejor país. La enseñanza de la Constitución y la instrucción cívica son herramientas fundamentales en este proceso, y su adecuada implementación garantizará un futuro más democrático y participativo para Colombia.

La educación en Colombia es un tema que ha estado en constante debate durante décadas, y con razón. Es el pilar fundamental sobre el cual se construye el futuro del país. Sin embargo, la desconexión entre las teorías educativas y la realidad en las aulas ha llevado a una crisis curricular que afecta a estudiantes, docentes y a la sociedad en general. Cuando se habla de currículo, es esencial entenderlo como el cimiento de la educación. Es la base sobre la cual se construyen los procesos formativos que darán forma a la próxima generación de colombianos.

Imaginemos la educación como una casa: sin un currículo sólido, esa casa se derrumbaría en poco tiempo. Pero, ¿qué está sucediendo en Colombia con respecto a este cimiento vital?

El Plan de Educación Nacional, las políticas institucionales y el trabajo de los docentes son elementos clave en la definición del currículo educativo. Sin embargo, la realidad muestra una brecha entre lo que está en papel y lo que sucede en las aulas. Esta discrepancia es preocupante, ya que la educación es un componente esencial para la construcción de la sociedad y la formación de ciudadanos responsables (Rolong, 2021).

Para superar el «realismo educacional», la autonomía universitaria y el currículo deben conectarse con la realidad social. La investigación y la colaboración entre docentes y estudiantes son esenciales para garantizar que los derechos universitarios y constitucionales se cumplan en la práctica. De esta manera, podemos romper la burbuja que nos impide ver más allá de la realidad social y trabajar juntos para hacer que el sistema educativo colombiano deje de ser una utopía educativa y se convierta en un compromiso real con el futuro del país. Este texto hace parte del Taller de Lectura y Escritura en Procesos Curriculares para desarrollar y fortalecer la formación de licenciados con estas habilidades en el Programa de Licenciatura en Ciencias en Sociales de la Universidad del Atlántico (II-2023).