Aunque no se ha confirmado el consumo de esta droga en la región Caribe, esta costa se ha convertido en un punto de tráfico y desvío de la misma hacia otras partes del país.
Provenientes de un laboratorio acreditado en el sur del continente, las 290 ampolletas de fentanilo llegaron a Barranquilla a través de una encomienda legal, acompañadas de todas las guías correspondientes y transportadas por una reconocida empresa de envíos. Estas ampolletas fueron posteriormente llevadas a Medellín y confiscadas en la capital antioqueña.
En la región Caribe, ha surgido como una plataforma de tráfico y desvío de esta droga hacia el resto del país. Esto se evidencia en incautaciones previas en áreas como Cartagena, Sucre y La Guajira, tal como lo informó el general Nicolás Zapata, director de la Policía Antinarcóticos.
Según el oficial, han logrado identificar tanto el origen como los destinatarios de las encomiendas de fentanilo, lo que les permite enfocar su atención en varios implicados, incluyendo a la persona que recibió la mercancía en Barranquilla y la envió por tierra a Medellín.
“Hasta el momento hemos vinculado a cuatro personas con el desvío de ese medicamento. La investigación tendría incidencia en Cali, Medellín y Bogotá, que son las ciudades a donde principalmente se están desviando los medicamentos, ya sea con fines médicos legales o para la fabricación de drogas sintéticas, específicamente fentanilo», dijo el general Zapata.
La Policía Antinarcóticos ha anunciado que, además de intensificar las medidas preventivas, fortalecerá los operativos en las terminales de transporte y las rutas utilizadas para el transporte de carga, con el fin de ejercer un control más riguroso sobre los envíos de paquetería.
Para llevar a cabo esta estrategia, se ha establecido una colaboración internacional para capacitar al personal de la Policía. Además, se ha entrenado a 81 perros antinarcóticos en todo el país con el propósito de detectar este medicamento, ya que su reducido tamaño podría permitir su ocultamiento en paquetes enviados como carga.
Para el oficial, “está claro que en Colombia no hay producción”, pero sí “hay un desvío que implica necesariamente una complicidad a nivel hospitalario”. “Cada ampolleta rinde hasta 20 dosis y cada dosis cuesta entre 250.000 y 400.000 pesos”, agregó.
Fuente: Sistema Integrado de Información Digital.