*Familiares hacen un llamado a las autoridades por los hechos ‘inhumanos’ que vienen aconteciendo desde hace más de dos meses.
Por: Stefanny Padilla.
Desde hace más de dos meses los privados de la libertad del Centro transitorio ubicado en el barrio Hipódromo de Soledad conocido como Cuartelillo, están denunciando una pésima, deficiente e incompleta prestación de los servicios de alimentación en la cárceles, por lo que hacen un llamado a las autoridades competentes para que respondan.
Familiares y médicos aseguraron en diálogo con LA LIBERTAD que, “denunciamos con gran preocupación lo que viene sucediendo en la cárceleta de la población, es un tema crítico que va en contravía con derechos humanos, muchos de ellos nos han denunciado que sus alimentos son panes y aguas saborizadas. Este hecho, si persiste, podría generar situaciones lamentables”.
Según los denunciantes, la falta de productos alimenticios necesarios en la dieta de los re- clusos ha generado en muchos un grave esta- do de desnutrición en este espacio, previsto en principio para detenciones preventivas, pero que actualmente funciona como cárcel debido al retardo procesal de la justicia. Allí los detenidos pueden pasar meses e incluso años, lo que provoca un hacinamiento.
También aseguraron que “conocemos que hay hombres con enfermedades crónicas, hay personas detenidas que tienen tratamientos médicos especiales y necesitan de su alimentación, igualmente se ha denunciado que existe hacinamiento, lo que sucede en el centro transitorio no podemos ocultarlo”.
“El proveedor encargado no está entregando los alimentos permitidos, es decir no garantizan la comida de estas personas. Sabemos que son personas que cometieron un delito, pero también son humanos”, puntualizan.
De acuerdo con las versiones recogidas, se trata de una problemática que con el pasar de los días se agudiza y que pone en peligro no solo la salud física de los detenidos sino también sus salud mental, puesto que se están enfrentando a situaciones que muchos han calificado como »inhumanas’’.
Actualmente en el centro transitorio hay 43 detenidos, siendo que su capacidad es de 35, lo que provoca un hacinamiento.
Los familiares de los privados de la libertad reclaman una eficiente prestación del servicio en alimentación y hacen un llamado a la Defensoría del Pueblo y entes de control, con el fin de que evalúen e intervengan la grave afectación a los derechos humanos, de quienes, a pesar de haber delinquido, merecen un trato digno y que se vele por los proceso de resocialización.