Como un hecho apoteósico ha sido catalogada la visita del Presidente Gustavo Petro al departamento de La Guajira. Lo cierto es que no se había observado en la historia de ese territorio peninsular, un evento tan cargado de buenas noticias, dadas a conocer por el propio mandatario de los colombianos, en esa zona donde aún se encuentra adelantando una agenda de trabajo con el acompañamiento de todo su gabinete ministerial.
Allí advirtió la posibilidad de implementar una declaratoria de emergencia económica y social en ese departamento, lo que traería consigo un cambio de leyes, para afrontar con todo lo que esté a su alcance rl sacar adelante a una Guajira que se ha visto fuertemente golpeada por el flagelo de la muerte de menores indígenas, por efectos de la desnutrición y la falta de agua potable.
Se constituye en una verdadera calamidad pública que a estas alturas del siglo 21 se presenten casos de decesos de niños por efectos de la desnutrición, lo cual se constituye en una verdadera tragedia, con una amenaza de agudizamiento con la llegada del fenómeno del Niño.
Todo esto lleva implícita la gran necesidad de cumplirle a La Guajira por parte del Presidente Petro, quien aseguró que sus prioridades como mandatario de los colombianos no son otras que resolver los agudos problemas que padece este departamento.
A propósito, el Presidente lanzó una promesa que ha generado esperanza entre los habitantes de La Guajira y es la que tiene que ver con la urgente atención para todos los menores indígenas de la parte alta de la Península, para que no les falte el agua, por lo que se estarán maximizando los recursos para así definir una estrategia que permita lograr esa importante meta.
Para eso llegó Petro a La Guajira, en donde de arrancada encabezó un consejo de seguridad en Riohacha, posteriormente lideró un consejo de ministros, en el que recibió propuestas para alistar la declaratoria de la emergencia económica y social para esa región peninsular.
No podía dejar por fuera de su recorrido su visita al histórico Nazaret, donde pernoctó en el segundo día de su recorrido, y dialogó como un “guare” más, con ese gran conglomerado; posteriormente en Uribia, en donde hizo entrega de laboratorios de innovación y miles de computadores para los alumnos de los colegios de ese lugar, de la mano del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, consolidándose así uno de los motivos de su visita, allí encontró la oportunidad para dirigirse a las comunidades de ese entorno en donde prometió que luchará para que a La Guajira se le reconozca su importancia en cuanto a una zona con un gran futuro.
No cabe duda que La Guajira siempre ha sido una región olvidada por los anteriores gobiernos, a pesar de las grandes potencialidades que desde antaño han caracterizado a ese territorio.
No hay que negar la importancia que representa tener en sus entrañas la mina de carbón a cielo abierto más grande del mundo en Barrancas, ostentar en estos momentos el primer lugar en Colombia de la mayor producción de gas en las plataformas de Chuchupa y El Pájaro ahí frente a Manaure, las grandes producciones de sal marina, las inmensas canteras de yeso y antiguamente el mayor productor de perlas en su mar Caribe. La Guajira es una gran productora de café en la denominada Serranía de Perijá y hoy en día con las grandes posibilidades de convertirse en la principal zona de Colombia para la energía eólica y solar en su zona alta.
Ya el Presidente Petro tomó atenta nota de todo esto y ojalá se conviertan en realidad los proyectos que se han esbozado últimamente para beneficio de la sempiternamente olvidada Guajira.