Llegar a la tercera edad no es excusa para dejar el ejercicio

Son muchas las personas que aún en la actualidad relacionan la tercera edad con el reposo, debido a que ya no se siente con la misma energía que antes o porque simplemente no lo consideran necesario.

Lo cierto es que a pesar de ser un adulto mayor, el cuerpo necesita la actividad física para mantenerse saludable, por lo que el ejercicio es indispensable para que los músculos no se atrofien y envejecer de muy buen manera. ¡Así que ya no hay excusa válida!

En esta etapa de la vida, existen varios factores que se deben considerar a la hora de elegir la mejor actividad física. Por ejemplo, en caso de tener artritis, osteoporosis o sufrir de problemas de espalda, se debe tener mayor cuidado al momento de poner en práctica un ejercicio.

Hay diferentes alternativas diseñadas específicamente para las personas de la tercera edad, inclusive si han sufrido ataques cardiacos, derrames cerebrales o tienen ciertos tipos de parálisis, razón por que es fundamental consultar el riesgo de cada actividad junto con un médico de confianza.

A continuación te recomendamos 4 ejercicios para tener en cuenta:

  1. Ejercicios que no lastiman el cuerpo: además de los aeróbicos, los cuales son muy recomendados, también es posible practicar el Yoga, Tal Chi, Pilates o ejercicios basados en método Ferldenkrais.
  2. Para estirar la espalda, el abdomen, los hombros y las pantorrillas: pararse frente a una pared con los pies a 6 centímetros de distancia. Levantar los dos brazos a la vez, al mismo tiempo en el que se aprieta el abdomen se inhala. Posteriormente se bajan los dos brazos a la vez que se exhala. Luego se levanta el brazo derecho al momento de inhalar y se baja cundo se exhala. Se repite el mismo proceso con el brazo izquierdo.
  3. Para obtener una buena postura y mantener el balance: pararse erguido contra una pared dejando de 4 a 6 centímetros entre los talones y la pared. Levantar el mentón, apretar el abdomen y las nalgas.
  4. A la hora de caminar: contraer el abdomen ligeramente, caminar con la cabeza levantada, así como con el cuello y la espalda lo más firme y rectos posible. Mover los brazos y piernas libremente.

Socializar y mantener la agilidad mental son también algunos de los beneficios que los adultos mayores pueden obtener al sumarse a actividades para un envejecimiento activo.