[Editorial] Tarifas de energía, una tragedia para los costeños

Las alarmas en Barranquilla, el Atlántico y la  región Caribe en general continúan encendidas como consecuencia de los permanentes incrementos en el valor de las tarifas de la energía eléctrica, por lo que resulta urgente que se establezcan medidas para revertir esta tendencia y así proteger a los usuarios residenciales, quienes son los más vulnerables a los altos costos de la energía en la Costa.

Las altos costos que se incrementan cada día, son motivo de gran preocupación para los usuarios de los departamentos que conforman la la región Caribe, los que han venido sufriendo de este atropello desde tiempos inmemoriales, sin que se vislumbre una solución a tan álgido problema, como consecuencia de los altos costos del fluido eléctrico, los que se aumentan escandalosamente y sin ninguna contemplación, una situación que  reclama  la atención inmediata de las autoridades competentes, a las que le corresponde la urgente intervención para así ponerle freno  a este descarado incremento permanente del servicio de energía en esta zona del país, por lo que en el caso de Barranquilla y el Atlántico se espera una explicación por parte de Air-e.

No hay que perder de vista los exagerados incrementos tarifarios que se continúan presentando en el sector energético, por lo que resulta de primordial urgencia que se establezcan medidas para revertir esta tendencia y así proteger a los usuarios de nuestra región de los altos costos del servicio de energía.

Ante esta alarmante situación el alcalde de Barranquilla Jaime Pumarejo conjuntamente con los burgomaestres de Cartagena, Santa Marta, Valledupar, Riohacha, Montería, Sincelejo, se reunirán próximamente en nuestra ciudad  para analizar el tema de las  tarifas de energía en la Costa, teniendo en cuenta que desde décadas nuestra región ha venido padeciendo los efectos de los altos costos de la prestación del servicio de energía eléctrica.

En medio de este adverso panorama que atormenta los usuarios costeños, el  Gobierno Nacional  expidió  recientemente el Decreto 0929, por medio del cual se esperaba un incremento en cuanto a la eficiencia del sistema eléctrico y la posibilidad de establecer precios justos para  los usuarios de nuestra región, un anuncio que nos dio a conocer la ministra de Energía, Irene Vélez, la misma alta funcionaria del actual Gobierno que el año pasado anunció con bombos y platillos –más con bombos que con platillos–  que a partir de noviembre de 2022 se produciría una reducción de las tarifas de entre el 4 y el 8%, una promesa incumplida que para los usuarios de energía del Caribe se convirtió en motivo de frustración, hasta llegar a la categoría de burla.

Lo que hasta ahora se puede vislumbrar  en el fallido intento gubernamental de disminuir las tarifas eléctricas podría traer como consecuencia la aparición de un brote alcista, en lo que se podría catalogar que “en vez de mejorar lo que hará será empeorar”  con una  expectativa  alimentada  por  factores ampliamente conocidos, tales como  el cobro que ya les hacen a los usuarios de las tan cacareadas pérdidas por el cobro que comenzarán a aplicar, respecto al aumento tarifario que han hecho efectivos los operadores y un mayor valor del kilovatio-hora en cuanto la generación por causas del Fenómeno del Niño.

Como es lógico, entre los barranquilleros y costeños en general existe gran preocupación por la necesidad del incremento de los  consumos de energía para contrarrestar los embates del Fenómeno del Niño, a través de la utilización de ventiladores y aires  acondicionados,  lo cual se constituye en  un verdadero problema, teniendo en cuenta las altas tarifas que siempre han existido como las más caras del país, sin que las empresas prestadoras de este servicio, tales como Air-e, le den una explicación clara respecto a los permanentes incrementos, en comparación con otras regiones de Colombia.