En un lamentable hecho que aún continúa rondando entre la opinión pública de Colombia, el cual igualmente deja en el ambiente la posibilidad del regreso de las ‘chuzadas’ en Colombia, tiene en vilo la administración de Gustavo Petro, hasta el punto que como consecuencia de este episodio, dos altos funcionarios ya quedaron por fuera del denominado Gobierno del Cambio, como es el caso de Laura Sarabia ahora exjefe de Gabinete, cuyo escándalo se desató cuando la exniñera de su hijo, Marelbys Meza, denunciara que había sido obligada a someterse a una prueba de polígrafo; datos que a pesar de haber causado confusión, produjeron los acontecimientos ya conocidos por la opinión pública, y de Armando Benedetti, quien fungía como embajador en Venezuela.
Debido a que se habla de una suma millonaria de dinero que desapareció de la residencia de la exfuncionaria Laura Sarabia el 29 de enero de 2023, pero que fue en estos últimos días que afloró ese acontecimiento, que puso en jaque al Gobierno de Gustavo Petro, a partir de la confirmación de que sí se realizaron las ‘chuzadas’, un ambiente que incluso produjo un desplome en la aprobación del presidente, de acuerdo a las últimas encuestas de opinión conocidas hace tres días.
Se puede decir que fueron las declaraciones de la exempleada de la alta funcionaria del Gobierno las que desataron la indignación de Laura, por lo que se puede catalogar como un exceso de poder ejercido por la exjefa de despacho, con el objetivo de saber dónde estaba el dinero que según ella se le extravió en su residencia.
Tal como se supo posteriormente, este mismo caso salpicó a Armando Benedetti, quien desde ya dejó de ocupar la embajada de Colombia en Venezuela, a raíz de que Laura Sarabia le atribuyó el haberla chantajeado y hasta extorsionado, por lo que Marelbys pudiera salir a contar en los medios de comunicación; no obstante lo conocido hasta ahora sobre este tema, los interrogantes sobre el caso siguen siendo muchos.
Hasta el momento no queda claro cuál es la suma exacta de dinero que supuestamente se extravió, de lo que sí existe certeza es que Sarabia sometió a una prueba de polígrafo a su exniñera, con la intención de recuperarlo y además que la Dijín habría interceptado ilegalmente a Marelbis Meza con la misma finalidad.
Algo muy importante en este tan promocionado episodio, que ha copado la atención de los colombianos, lo constituye la actividad desplegada por la Procuraduría General de la Nación, al decidir adelantar una minuciosa inspección a la sede de la Dijín en la capital de la República, con el propósito de identificar algunas faltas disciplinarias presuntamente cometidas por sus integrantes; al tiempo que igualmente, alertó a la Fiscalía General de la Nación, para que citara a un interrogatorio a cuatro funcionarios de la Policía Nacional, como parte de la investigación judicial que se inició.
A guisa de conclusión, podemos afirmar –teniendo en cuenta la actual situación– que surgen dos interrogantes, el primero respecto en qué lugar se practicó la prueba de polígrafo a Marelbys Meza; la segunda, sobre si la exniñera accedió voluntariamente a pasar por el detector de mentiras. Queda en el ambiente igualmente la incógnita si la prueba le fue practicada bajo la presión de tres hombres – quienes según ella– le recalcaban que si no hablaba podía ir a la cárcel, tal como ella lo manifestó a varios medios de comunicación, y además ¿quién o quienes dieron la orden?
Sin duda, que a esta novela le quedan nuevos capítulos por descubrir y ellos solo se irán conociendo cuando las autoridades se adentren en las pesquisas y surjan nuevos nombres.











