Potencia de la Vida, reclaman diálogo social

Fuente: VoxPopuli.digital

Tres días de discusión intensiva en Bogotá (17,18 y 19 de mayo) sirvieron para que representantes de diferentes comunidades de todo el país se reunieran ante la convocatoria oficial del Foro Internacional Diálogo Social, Participación Ciudadana y Derechos Humanos. Al final con la ausencia del presidente Petro y del ministro del Interior Luis Fernando Velasco— la gente pidió más y mejor participación en las nuevas políticas públicas para construir una Colombia Potencia de la Vida. Es el objetivo del artículo 1 del Plan de Desarrollo Nacional: garantizar el cuidado de la casa común.

Al finalizar, mi participación en ese evento jalonado por la Viceministra del Interior para el Diálogo Social, la Igualdad y los Derechos Humanos, Lilia Solano, y ejercer una escucha atenta, entendí que todavía el gobierno nacional no entiende de participación ciudadana, como lo expresó alguna vez Jorge Eliécer Gaitán:

El desafío de Petro: del discurso a la praxis

Aquí con la organizadora del evento Lilia Solano, viceministra del Interior para el Diálogo Social
Aquí con la organizadora del evento Lilia Solano, viceministra del Interior para el Diálogo Social.

El reto del gobierno del presidente Gustavo Petro es convertir su maravillo discurso y su Plan de Desarrollo Nacional Colombia Potencia de la vida en una acción colectiva participativa. En el caso de La Mojana con el no cierre de Caregato, por ejemplo, se quiso imponer una teoría peregrina del medio ambiente que para la región no era válida en el momento. No se dialogó. Se impuso una idea gubernamental que trajo más daño social y ambiental. No escucharon a las comunidades. Esto le valió la salida a Javier Pava, de la Unidad Nacional para la Prevención del Riesgo de Desastres (UNPRD). Se convirtió en un fusible de corta duración.

Hasta ahora, el gobierno nacional no ha hecho un análisis de Caregato. El presidente Petro no explicó públicamente la salida de Pava. Es una explicación que le debe a más de 430 mil habitantes de La Mojana que sufrieron más por la inacción del gobierno que del mismo fenómeno de la ruptura del río Cauca. Este planteamiento lo expusimos en la mesa técnica el Diálogo Social en Transiciones Justas. Se formaron otras mesas como Paz Total, Economía,

El discurso no sirve si no está demostrado por la praxis. El diálogo en las transiciones justas debe empezar por preguntarse si es transición o más de lo mismo, si es justa o no. Para que haya transición debe haber primero ruptura. Si no hay ruptura en el presente, no puede haber transición en el presente.

Un espectador con escucha atenta

Estuve en esos tres días sentado desde las gradas escuchando atentamente las diferentes intervenciones. Mientras muchos asistentes esperaban que llegara el presidente Petro, otros querían participar y untarse un poco de poder. En medio de evidentes fallos logísticos, los logros cualitativos y de contenidos del evento los anularon. Me olvidé del precario suministro.

No obstante, esos fallos me dieron la oportunidad de almorzar en un espléndido restaurante para estudiantes y profesores que funciona en el 5° piso del edificio de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional. Desde ese piso, pudimos extasiarnos de la panorámica: un campus universitario inmenso y llamativo. Esta es la Diversidad (o universidad) del futuro. Por momento pensé que me hubiese gustado estudiar mi carrera profesional allí. Mas, me dije a sí mismo, quiero pensar en tiempo presente, y desearía que mis nietas pisaran una universidad como ésta donde se realizaba el Foro Internacional.

El restaurante que funciona con un modelo de concesión, ofrece platos que podrían costar más de $20 mil. La sorpresa, con un menú variado solo cuesta $12 mil. Me permitió invitar al líder socialista bogotano Pablo Castañeda con quien duré más de dos horas conversando sobre la gestión de nuestro presidente Gustavo Petro. Cuando uno da, debe estar preparado para recibir. Al día siguiente, quien me invitó fue el edil de la localidad 2 de Cartagena, Carlos Amaranto.

Allí compartimos con la colega Ada Echenique Soto, quien estaba muy molesta por esos fallos de logísticas. Le dije a mi colega que se tranquilizara, porque ello pudo deberse a procesos de transiciones justas (¿es justo lo que se hace?) de nuevas miradas y hechuras de un gobierno que nos promete una Colombia potencia de la vida.