Pensar en alternatividades curriculares

Por Álvaro Correa Gómez

Cada semana nos damos a la tarea formativa de comentar la columna “Tribuna Pedagógica” del docente Reynaldo Mora Mora, publicada en el Diario “La Libertad”: en está ocasión nos referimos a su ensayo titulado, “Alternatividades Curriculares”. Frente a ello, señalamos que el currículo educativo está integrado, por tantos factores (art. 76 de la Ley 115 de 1994), entre ellos, el plan de estudios, el cual indica lo que se va a aprender en una Institución Educativa en un tiempo determinado. Está diseñado y planeado para garantizar que los estudiantes adquieran conocimientos, habilidades, destrezas y valores necesarios para su desarrollo personal, social y profesional. 

Es pertinente mencionar que, el contexto en el que se desarrolla un currículo es importante porque puede influir en la forma en la cual se da el proceso enseñanza-aprendizaje, lo que es sinónimo, de que el currículo es producto de la cultura. El contexto en el cual esté la escuela incluye factores como el entorno social, cultural, económico y político en el que  se encuentra; por ejemplo, el currículo diseñado para un establecimiento escolar, que esté ubicado en un área urbana puede ser diferente al de una escuela rural debido a las diferencias en los recursos disponibles y en las necesidades de los estudiantes. 

La planeación del currículo, en estos casos se ve influenciada en la manera, cómo se desarrolla la población o comunidad y su entorno cultural como medio ambiente. Lo mismo sucede, cuando una escuela está ubicada en una zona “marginal” o donde los estudiantes están expuestos a la violencia; tal cual, como son los casos donde hay colegios con grupos armados; lo  que conlleva a cuestionar, ¿qué elementos hay que tener en cuenta para la elaboración del currículo en dicha zona? Es fundamental entonces, que el currículo esté bien planeado y diseñado en todos sus aspectos, pues el propósito será llevar a los estudiantes por los caminos de paz y del bien común, y para lograrlo se deben implementar buenas estrategias didácticas y modelos pedagógicos pertinentes y contextualizados.

Entonces, uno de los principales elementos sería, que los temas a enseñar estén orientados a una cátedra y diálogo de paz, debido a que esta, es una necesidad constitucional y derecho de los estudiantes. Otro elemento sería, que en la creación de dicho currículo se fortalezcan las habilidades, destrezas y vocaciones en los estudiantes para que idealicen y concreten sus proyectos de vida; sin embargo, todo esto no puede lograrse, sino va de la mano con otro elemento, que quizás es la base de todos, y es el de que los profesores deben ser demasiado tolerantes y empáticos con ellos.

Nos permitimos citar lo siguiente: “Lo que sí parece sostenible es la posibilidad de que exista un currículo sustentado en pensamientos alternativos, en el sentido en que se habla, por ejemplo, de un pensamiento crítico, por ejemplo, como un currículo abierto al conflicto y consensos, como el carácter básico del que en la realidad se derivan otros pensamientos, por ejemplo, como el que genera una autoconciencia social, como una pertinencia del sistema educativo, realizándose objetivamente como función para generar soluciones.” (Mora, R. Formación y problemáticas sociales. Hacia la construcción de propuestas curriculares. Ediciones Universidad Simón Bolívar, Barranquilla, 2017).

Siguiendo la línea de lo expresado por el profesor Mora Mora, solamente queda expresar y complementar que, es importante que los currículos se diseñen considerando y teniendo en cuenta  el contexto en el que se van a implementar para garantizar que sean relevantes y efectivos. Además, es importante considerar  que los educadores estén conscientes de dicho contexto y se adapten a las necesidades y características de los estudiantes y su entorno para facilitar un aprendizaje significativo focalizado.

Recordemos, ya para concluir que el currículo, es el pilar de una buena formación del estudiante, y que en dicha formación académica  influye la relación: Estado-educación-profesores-familia-contexto; por lo que su planeación debe tener este aspecto, debido a que todos son importante para que los estudiantes se desarrollen como seres sociales. Este texto hace parte de los “Talleres de Lectura y Escritura en Procesos Curriculares” que se programan en las licenciaturas de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad del Atlántico, a fin de fomentar pensamiento crítico y alternativo, conducente a la construcción de currículos contextualizados y pertinentes (I-2023).