El pontífice dejó el hospital Gemelli de Roma en el que permaneció ingresado por una bronquitis, y ofreció sus primeras declaraciones públicas para afirmar que se encuentra bien.
El papa Francisco, de 86 años, abandonó hoy el hospital Gemelli de Roma en el que permanecía ingresado por una bronquitis. A su salida, se bajó del coche para dar sus primeras declaraciones públicas y dejar claro ante las cámaras que se encuentra bien: «Todavía estoy vivo», declaró en su habitual tono bromista pero con la voz algo cansada debido a su convalecencia.
El pontífice salió a las 10:20 hora de Roma del Gemelli sentado en el asiento del copiloto de un pequeño coche blanco de la marca Fiat, escoltado por la policía y por sus agentes de seguridad. El vehículo redujo su velocidad al pasar por delante de un grupo de fieles y periodistas que esperaban a un lado de la carretera y Francisco, que los saludaba con la mano desde la ventanilla bajada, decidió apearse para dar sus primeras declaraciones públicas.
El papa Francisco ofreció palabras de agradecimiento a las decenas de periodistas que han seguido la evolución de su salud durante estos tres días de hospitalización y afirmó que ha leído las crónicas que escribían sobre él. También tuvo palabras de encomio para la «heroicidad» de los médicos y del personal sanitario que lo atendió durante su estancia en el hospital.
En estos días ingresado y convaleciente, en un apartamento de uso exclusivo de los pontífices inaugurado en tiempos de Juan Pablo II, Francisco ha leído la prensa, ha rezado en la capilla y antes de ayer cenó pizza con los sanitarios y sus colaboradores. Ayer además visitó a los niños de la unidad de neurocirugía y oncología, llevándoles huevos de Pascua y otros detalles, y llegó incluso a bautizar a uno de ellos, el pequeño Miguel Ángel.
El papa Francisco, siempre sentado como copiloto, puso rumbo al Vaticano aunque antes pasó por la basílica de Santa María La Mayor, en el centro de la capital, para unos instantes de oración por todos los que le han ayudado y por los niños enfermos.









