StarLink en Colombia

Por Neil Del Valle

Desde la semana pasada empezó a correr la noticia de que Starlink, el internet satelital creado por Elon Musk salió al mercado colombiano. Lo anterior bajo un pago único de 220.000 pesos, este “acontecimiento” en materia tecnológica se convirtió en noticia de interés nacional no solo en la portada de medios económicos sino también incluso en las secciones de política, debido en gran parte, al impacto que tuvo este servicio en acontecimientos de índole global como el conflicto entre Ucrania y Rusia.

Por otra parte, la llegada de StarLink me pone a pensar en el gran poderío que están teniendo las empresas tecnológicas a nivel mundial, sobretodo debido a que el alcance supranacional que han logrado permea e incluso a supera los poderes de los estados nación también debido al fenómeno de la globalización económica y todas sus derivaciones.

Esto no solo aplica para el emporio fundado por Musk, sino también para otras ideas de negocios multimillonarias como el ahora denominado Metaverso creado por Mark Zuckerberg, quien en el año 2018 debió comparecer ante el Congreso de los Estados Unidos por el escándalo de Cambridge Analytica durante la campaña de las presidenciales de 2016 en las cuales se filtraron miles de datos de diversos ciudadanos, asimismo se le preguntó respecto a la presunta inoperancia de Facebook ante la injerencia de Rusia en las elecciones que ganó Trump.

Solo por poner ejemplos de lo expuesto, basta con darse cuenta que los PIB de algunos países son inferiores a los de muchas de estas empresas y/o corporaciones, una muestra de ello es el PIB de Guatemala-125.900 millones de USD-versus el patrimonio de META en septiembre de 2021, el cual fue de 142.000 millones de USD. Asimismo, cada potencia mundial está buscando como penetrar en el mercado de las Startups y de fundar sus “propios Silicon Valleys” con el fin de no solamente reportar mayores utilidades en este sector del mercado sino también de acrecentar su orgullo nacionalista muy al estilo de la Guerra Fría y lo que sucedió con la carrera espacial.

Particularmente, creo que los Estados Nación están ante el gran reto de saber cómo sacarle provecho al papel cada vez más preponderante que están adquiriendo estas grandes corporaciones tecnológicas y de no satanizar su injerencia en las vidas de sus conciudadanos sino más bien entender, y asumir, la realidad de que la era digital llegó ahora, más que nunca, para quedarse a seguir permeando desde el comportamiento de los consumidores hasta elecciones presidenciales como ya se ha comprobado en el caso de Twitter, también de Musk.