Redacción Sociales
LA LIBERTAD
Durante el siglo XX, los ferrocarriles jugaron un papel importante en el desarrollo económico de Colombia y facilitaron la comunicación entre algunas regiones del territorio; la historia de este tipo de transporte se remonta entre 1835 y 1836, cuando el Congreso colombiano, deslumbrado por este medio de transporte en otros países, expidió la primera ley que promovía la construcción de ferrocarriles en el territorio nacional.
El primer ferrocarril que se construyó en Colombia fue el de Panamá, este enlazaría al traspaso de mercancías entre los océanos Pacífico y Atlántico. A principios del siglo XX el país dio inicio a la construcción de sus vías férreas por tramos, motivo por el que cada departamento montó los rieles que le permitirían transportar sus productos por ríos y mares.
En ese orden de ideas poco a poco nacieron los ferrocarriles del Pacífico, que iba de Cali a Buenaventura; el de Antioquia, de Medellín a Puerto Berrío, en el Magdalena Medio; y el de Bogotá, que llegaba a Puerto Salgar, en el alto Magdalena.
Aunque países latinoamericanos como: Brasil, Perú y Argentina contaron con una rápida implantación de ferrocarriles, en Colombia la implementación de este medio de transporte se dio en 1920 debido a la recomendación dada por el economista Edwin W. Kemmerer, quien señaló que el gran problema de este país en aquel momento era su precaria infraestructura de transporte.
Con el objetivo de que la Nación adquiriera y administrara todos los tramos, en 1954 el Gobierno creó la compañía Ferrocarriles Nacionales de Colombia, inaugurando 7 años más tarde la Red Férrea del Atlántico, con la que se logró conectar todos los brazos en una sola línea de más de 3.400 kilómetros.



La agonía del sistema férreo
Una de las causas que poco a poco llevó a los ferrocarriles al borde del deceso se dio cuando la gran competencia de los ferrocarriles, las carreteras, también se abrieron paso en el país, razón por la que el Gobierno Nacional prefirió invertir más recursos económicos en la construcción de estas.
Tras esta decisión, Colombia se perdió la oportunidad de tener un sistema intermodal de trenes, carreteras, ríos y mares; lo que en la actualidad sigue pasando factura.
Alrededor del ambicioso proyecto de los ferrocarriles se ubicaron otros inconvenientes, entre esos: malos manejos administrativos, problemas topográficos, los altos costos de las líneas férreas y la incompetencia de las instituciones gubernamentales, pues es necesario destacar que la compañía Ferrocarriles Nacionales de Colombia se liquidó en 1991 y nació Ferrovías, donde finalmente murió el sistema.
Entre los beneficios que trajo consigo el boom ferroviario en aquella época se menciona la conexión entre la parte central y las zonas periféricas, la disminución en gran proporción los tiempos y costos del transporte y sobre todo, el crecimiento económico después del periodo de la guerra civil de los mil días, sin mencionar la exportación del café, el producto estrella del país.


Situación actual de los ferrocarriles colombianos
Actualmente la red ferroviaria existente tiene una longitud total de 3.500 kilómetros y solo 245 kilómetros (concesión entre Chiriguaná y Santa Marta) están en óptimas condiciones, permitiendo el transporte de 50 millones de toneladas anuales, que corresponden principalmente a carbón, según un informe del Departamento Nacional de Planeación en 2019.
Desde el 2004 la administración de la red férrea quedó en manos del Instituto Nacional de Vías (Invías). Sin embargo, la ANI tomó el manejo de las concesiones a partir de 2011.
Sin duda, los ferrocarriles dieron solución a uno de los problemas más visibles del país, el cual generaba incertidumbre en las entidades financieras e inversionistas.
Un tren para conectar Buenaventura con Barranquilla: la propuesta de Gustavo Petro
El pasado 2021, el presidente electo Gustavo Petro sorprendió al país entero luego de proponer la construcción de un tren elevado y eléctrico para comunicar a Buenaventura con Barranquilla.
“El proyecto arranca en el Puerto de Buenaventura, en el Pacífico y, a través de un tren elevado, moderno, eléctrico, vincula a Buenaventura con los puertos del Caribe, entre ellos Barranquilla”, dijo el mandatario durante un evento de su campaña.
La propuesta generó polémica no solo entre algunos funcionarios, sino también en los ciudadanos.
Recientemente el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, aseguró que la idea del jefe de Estado dejaría de ser una promesa para convertirse en una realidad en los próximos años, por lo que ya se está buscando cómo materializarla.
Asimismo dio detalles de los contratos que el gobierno Petro ya está evaluando para sacar adelante esa iniciativa. Hasta ahora han recibido propuestas de empresarios de diferentes países como China, Corea, Japón, Estados Unidos e Inglaterra.
Reyes aclaró que los recursos económico para la realización de este proyecto no saldrían del Estado colombiano, sino que sería financiado por los contratistas.