Por Reynaldo Mora Mora
El gran aporte a la sociedad colombiana, en especial, a la región Caribe por parte de la Universidad Simón Bolívar, USB, es haber hecho uso del gran concepto filosófico, que es el concepto de práctica, entendiéndolo como una fuerte combinación con la producción teórica. ¿Por qué este hecho es tan evidente a lo largo de estos primeros 50 años de trayectoria académica e investigativa (15 de noviembre de 1972-15 de noviembre de 2022) de esta Institución? Porque estos 50 años de procesos formativos e investigativos la han convertido en un proyecto académico de largo aliento, generando conciencia acerca de la importancia de esta combinación, como la relación de la teoría con la práctica para impactar el contexto, transformándolo: esta ha sido su impronta misional a lo largo de estos años. Este imperativo se presenta y representa en su ontología creadora, cuando su rector fundador el Doctor José Consuegra Higgins, sentenciaba para siempre: “La Universidad Simón Bolívar no es una universidad más, es una casa de estudios superiores para el pueblo, para la investigación científica, la formación técnica y la promoción cultural e ideológica”, como la certeza común (la familia bolivariana) que hace suyo lo propio del contexto para ser llevado a su apuesta curricular.
Entonces, en este trayecto se han construido caminos desde los diferentes saberes y disciplinas, para llegar, por ejemplo, al esfuerzo de ser una Institución Acreditada de Alta Calidad, lo que ha implicado la conciencia de tal esfuerzo que pasa por su rector, por estudiantes, docentes, trabajadores y de quienes hemos parte de ella. Es lo que se ha hecho evidente en estos 50 años, como lo visible, claro y perceptible, que resplandece su luz en todo el Caribe colombiano y más allá de él. Tenemos que esta vinculación de teoría y práctica, inspira sus procesos misionales, sus consideraciones, como el ideal de que la práctica es algo sumamente importante y que su unidad con la teoría en la docencia, investigación y proyección social vale como el postulado más alto de estas cinco décadas de formación.
Esta imbricación curricular satisface las misiones de los diferentes programas de pregrado y postgrado que la Universidad Simón Bolívar ofrece, como la apuesta original de la Misión Fundadora, cuya visión irradia su presente y futuro. En tal sentido, esta unión de teoría y práctica en el quehacer de esta Institución, viene a significar su importancia, lo que la ha llevado en el devenir histórico cambiar contenidos y procesos en sus diversas etapas, entendidas y realizadas de manera distintiva frente a otras instituciones de la región y del resto del país. Es así, como en el curso de estos años de trayectos de formación, en su análisis, podemos señalar, como esta Institución de Educación Superior, ha vivido modificaciones históricas a que han estado sometidas las instituciones; una, por la normatividad; dos, como respuesta al contexto y, tres, por hacer realidad su misionalidad, que consiste en unir teoría y práctica como respuesta a las dos primeras consideraciones: la USB, de acuerdo con lo anterior, podemos entender a esta Casa de Estudios Superiores como la socialización de “pensar lo propio”, como su filosofía fundacional e instituyente, a fin de cumplir la función de ser conocimiento y guía para la región Caribe, como una universidad fundamental para el desarrollo regional, como cometido y sentido de la filosofía institucional (Mora, R., Mendoza, C. Experiencias, trayectorias y producciones de los Grupos de Investigación en Educación en la Universidad Simón Bolívar. Ediciones Universidad Simón Bolívar, Barranquilla, 2009).
Este es y ha sido el sentido de la tradición intelectual del Doctor José Consuegra Higgins, como el significado filosófico que ha estado presente en estos 50 años, que se ha materializado en las diferentes Unidades Académicas con que cuenta la Institución. Es la Universidad Simón Bolívar actuando en la historia de la educación superior colombiana a través de sus diferentes acciones que han derivado consecuencias y resultados plausibles: Acreditación de Alta Calidad, programas de maestría y doctorado, grupos y centros de investigación altamente reconocidos, producciones científicas, un sello editorial, entre otros. En la filosofía institucional ha estado presente la apropiación de las problemáticas sociales a través del currículo, partiendo de la relación teoría-práctica, como ese quehacer de un conjunto de actividades asumidas como retos formativos para sus estudiantes, como ese primado misional de querer impactar el contexto regional, que va acompañado de los conocimientos teóricos construidos desde sus investigadores, como sentido y contenido de la práctica en la inversión social que hace la Institución, lo que viene a comprender la reivindicación de la Misión Fundacional. Este primado pedagógico, didáctico y curricular (que se manifiesta en el Horizonte Pedagógico Socio Crítico, HPSC) viene a ser la reivindicación del significado que la sociedad tiene de la Universidad Simón Bolívar, que es un aspecto históricamente determinante, lo que le ha permitido permanecer en el tiempo, como la esencia de lo que día a día ella revela.
Su presentación en sociedad a lo largo de estos 50 años ha sido el trabajo comprometido con la región Caribe, lo que le ha llevado a estrechar lazos con universidades latinoamericanas y caribeñas para aunar fuerzas educativas de transformación y marchar a la par de los cambios mundiales, a fin de modelar propuestas curriculares para seguir formando buenos profesionales ciudadanos, lo que se traduce en su correspondiente lenguaje misional: formar profesionales autónomos y críticos. En este sentido, la Universidad Simón Bolívar entró a la historia a través del pensamiento y acción del Doctor José Consuegra Higgins, como un profundo analista de la realidad de nuestra región, del país, de latinoamericana y mundial. Su análisis fundamental, que corresponde a la que hace el científico social, es desde el concepto educación como transformación social, como lo disponible plausiblemente para el crecimiento del ser humano. En su pensamiento, la educación se connota como la base- fórmula de la concepción de que la teoría debe fortalecer la práctica transformadora: por ello, al lado de su esposa Doña Ana Bolívar de Consuegra, en compañía de un conjunto de representantes de la intelectualidad Caribe dio paso a la creación de la Universidad Simón Bolívar (Mora, R. Una lectura biográfica de la Universidad Simón Bolívar. Material en borrador, Barranquilla, 2022).
Podemos decir, que tanto en su misionalidad fundacional como en la actual, el espíritu de lo humano-social ha estado y está presente, como la razón de ser de la Institución, es decir, como aquello que forma al ser humano para convivir en sociedad, como es la educación, como la praxis transformadora de ese ser. Es lo que ha estado presente en estos 50 años de su existencia. En este sentido, por ejemplo, el concepto de “pensar lo propio” ha constituido en este trasegar el punto cimero de la filosofía misional frente a la realidad colombiana y latinoamericana, lo que pone de relieve el verdadero carácter de, por qué fue creada la Universidad Simón Bolívar. Entonces, ella ha enriquecido al hombre y mujer de la región Caribe, y, en esta interacción hay un juego de nutricias, por ejemplo, desde los ancestros culturales, que se manifiesta en el respeto, valoración y exaltación que la Institución pone en escena: es lo que ha acontecido y seguirá aconteciendo en su vida académica e investigativa, como lo que legitima su Misión, que es su símbolo, porque posee en sí su propia importancia ontológica.
El sentido de combinar curricularmente la teoría con la práctica es, su esencia particular en el abordaje de lo humano-social, lo que a su vez comprende y explica la determinación de sus contenidos de enseñanza, por ejemplo, como transformación de la realidad. Por ello, la Universidad Simón Bolívar ha activado significativamente los Centros de Investigación, donde anidan sus investigadores, lo que permite que continuamente se renueven los temas y problemas que asumen las distintas facultades con sus programas: es el espíritu del HPSC, por cuanto, cada centro se presenta como la construcción de un proceso teórico-práctico para impactar la realidad circundante, y es lo que le ha permitido a la Institución tener un poder de convocatoria y reconocimiento social. Este espíritu es su modo específico de actuar como universidad por formar buenos ciudadanos profesionales, lo que hace parte esencial de sus manifestaciones, determinando sus rasgos y características, presentes, por ejemplo, en el Proyecto Educativo Institucional, PEI, en donde su misión, sus principios y valores, aunados a su justificación se funden como un todo para impactar el contexto. Nuestras felicitaciones, como miembro de esa gran comunidad universitaria, a Doña Ana de Consuegra, a su Rector, Doctor José Consuegra Bolívar, a los miembros de la Sala General y a sus directivas, a docentes, estudiantes y trabajadores, por estos 50 años de formación e impacto social.