“Estamos dispuestos a dialogar y reconciliarnos, con el objetivo de parar la violencia cíclica que algunos de nosotros controlamos», afirman los cabecillas de las llamadas autodefensas gaitanistas o clan del golfo, los rastrojos, los shottas de Buenaventura y la Inmaculada de Tulúa, en carta al presidente electo Gustavo Petro, en la cual piden diálogo.
Afirman que están «dispuestos a coordinar un cese al fuego contra la institucionalidad, a desarmarnos en el momento indicado», lo mismo que «a pedir perdón, a aportar verdad total e integral» y «a reparar y sobre todo a no repetir los actos criminales”.
Igualmente señala que están en disposición de «cumplir con los fines de la justicia restaurativa, a unirnos con las instituciones para proteger el medio ambiente», así como «a construir un futuro mejor para las nuevas generaciones”.
Sin embargo advierten que no están dispuestos a pagar cárcel, pues afirma que las cárceles, a las que llaman universidades del crimen, «no cumplen con los fines de resocialización».
Además, piden repensar mecanismos como la extradición porque la consideran «una afrenta a la dignidad humana, a la justicia nacional y a las víctimas”.
Y por otro lado, aseguran: “No queremos justificarnos, pero si queremos que entiendan, que si estamos o estuvimos en la ilegalidad fue por necesidad y falta de oportunidades que nos negaron los gobiernos anteriores en los cuales nunca hubo una verdadera democracia, una verdadera justicia, ni tampoco un verdadero estado de derecho para nosotros los excluidos y marginados de la sociedad, hasta hoy que por fin llega a la dirección de nuestro país un hombre y su equipo que nos tiene en cuenta”.