Talleres curriculares

Por: Laura Roa Ayala

El tema del currículo en los procesos de formación, un debate obligado en las Facultades de Educación, las Escuelas Normales Superiores, en los estudios de posgrado (especializaciones, maestrías y doctorados). Por tal razón, la lectura que hacemos en los talleres en esta temática, van encaminados a fortalecer los estudios del campo del currículo, en la región Caribe. Por ello, hemos hecho un seguimiento a las publicaciones que estudiantes de estos niveles le conceden a esta herramienta que da vida a la escuela. En rastreo documental, en los recortes de prensa en el Diario La Libertad, he seguido estas huellas desde estudiantes de Licenciaturas, en especial de ciencias sociales, de Maestría en Educación y del Doctorado en Ciencias de la Educación, programas adscritos a la Universidad del Atlántico.

Por ejemplo, la estudiante del doctorado en ciencias de la educación, Mildred Niebles Lezama, considera al currículo como el “dinamizador de procesos sociales”: el currículo, al igual que las otras ciencias de la educación como la pedagogía, la didáctica y la psicología del aprendizaje, surgen como una forma de reflexión sobre los procesos educativos. Se alimentan de la praxis y generan a su vez teoría que enriquece a la primera, en una relación bidireccional. El término currículum, es una palabra de origen latino que significa carrera, curso o pista donde se corre.Este significado conlleva a interpretar el currículo entonces como ese camino de preparación que conduce a una meta; sin embargo, considerar que el objetivo del currículo se encuentra sólo al final del camino, es desconocer que el objetivo de este no debe ser sólo formar para la vida, sino también formar en la vida. Y formar en la vida significa tener en cuenta que cada etapa del ser humano debe ser vivida a plenitud y que para que los aprendizajes sean significativos debe haber una adecuada articulación de los saberes con las vivencias y los entornos de los individuos (La Libertad, mayo 20 de 2021).

En la misma línea de construcción del pensamiento curricular, el estudiante de Licenciatura en Ciencias Sociales, nos propone entender el currículo en relación con lo global para pensar la formación ciudadana, en el sentido de darle vida al quehacer, en tanto es una tarea compleja y requiere de docentes en permanente formación y reflexión de lo que sucede al interior de las aulas con el propósito de diseñar acciones que aporten a la mejora de las prácticas educativas integradora con la formación ciudadana. Educar para la participación ciudadana demanda de un diálogo asertivo entre los miembros que conforman las comunidades educativas para alcanzar la materialización de proyectos curriculares acorde con los horizontes educativos y ciudadanos de la actual sociedad. Ahora bien, distintos académicos se han referido a la conceptualización de currículo, entre ellos podemos destacar a  Gimeno Sacristán y Pérez (1996) afirman que el currículo forma parte de múltiples prácticas, clasificadas en subsistemas, en parte autónomas y en parte interdependientes, que generan múltiples fuerzas variadas que inciden en la acción pedagógica, la cual además viene dada por los propios contextos en que se hinca, como son el de aula, el personal, el social, el histórico de la escuela y el político que presenta los patrones de autoridad y poder (La Libertad, abril 16 de 2021).

Delma Rocha Álvarez, profesora de la Facultad de Arquitectura de la Universidad del Atlántico, nos propone asumir el currículo como un diálogo de saberes, porque lo curricular se constituye en la transversalidad e integración de saberes, para alcanzar el equilibrio y la conexión entre acciones dispuestas y los entornos intervenidos. El currículo es integrador y su concepción debe estar ajustada a la realidad. ¿Cómo se podría trabajar el núcleo de la enseñabilidad si se desconocen las acciones que existen sobre la práctica pedagógica? ¿Cuáles son las herramientas conceptuales que legitiman cualquier currículo que desconoce a sus reales autores? ¿Cómo podría un docente enseñar sobre sí mismo si solo se encuentra en calidad de operario de unas teorías o prácticas que están fuera de su universo pedagógico? (La Libertad, mayo 8 de 2021).

El profesor de Licenciatura en Educación Física, Eusebio Campo Peña, le concede al currículo un poder transformador, porque los centros de formación deben prestar especial atención a sus currículos y repensarlos; pues el escenario actual plagado de innumerables problemáticas sociales denota un necesario abordaje desde el ámbito educativo. Aspectos como la participación ciudadana, la democracia, la paz, el respeto y fundamentalmente el valor de la vida deben ser pilares orientadores en las dinámicas educativas y de formación, por ende, el currículo, como esencia del proceso educativo-formativo, debe ser repensado en función de dar respuesta efectiva a las necesidades por una nueva educación que propendan por equidad y progreso; que le otorgue prioridad a la vida y proyecte un cambio paradigmático respecto a una sociedad consciente de su mundo y humanidad; de su rol inherente de cuidado, garantizando sostenibilidad y bienestar La Libertad, mayo 13 de 2021).

Por su parte la estudiante de Licenciatura en Ciencias Sociales, Valentina Lara Barreto, reafirma la importancia del currículo, con la designación de ser el corazón del sistema educativo, lo que permite, por ejemplo, que desde él se potencie la etnoeducación para pensar a Colombia es pensar en la diversidad de nuestras regiones, en las múltiples etnias que pisan el suelo colombiano, pensar a Colombia es pensar en nuestra fauna y flora, nuestras festividades, nuestros artistas, deportistas, pensar a Colombia es pensar en su gente que para muchos es símbolo de alegría, de fuerza y de lucha, pero además pensar a Colombia es pensar en un país que por muy bello que sea, es un país racista, clasista, arribista y sin duda es un país además sin justicia (La Libertad, abril 19 de 2022).

Alysson Cardozo relaciona currículo y salud mental, anotando que, actualmente nos encontramos atravesando diversos factores que intervienen en la salud mental de las personas, esta afecta nuestro bienestar emocional, psicológico y social, como también los aspectos específicos de la vida escolar y laboral de los individuos. En ese contexto, el suicidio está catalogado como la segunda causa de muerte en el grupo de personas de 15 a 29 años de edad, de acuerdo al Instituto Nacional de Salud (INS). Teniendo esto en cuenta, es importante que tanto las instituciones educativas y universidades, opten por brindar a jóvenes un proceso de formación que les permita saber y entender la importancia del cuidado de la salud mental, llegando a cada uno ellos de manera innovadora y eficaz como un apoyo pertinente para ayudarlos a sobrellevar situaciones que le estén afectando hoy en día.

En próximas entregas procuraremos ir decantando lo que podría ser la cocina de la escritura del currículo desde las producciones de estudiantes y maestros del Caribe colombiano, para configura el mapa curricular por regiones.