Junio 28 1914: Asesinado Francisco Fernando y 1ª Guerra Mundial

Por José ‘Pepe’ Sanchez – PepeComentan

En 1878,Otto von Bismarck predijo que «alguna maldita estupidez en los Balcanes desatará la guerra», y así ocurrió. El 28 de junio de 1914 se produjo el asesinato del Archiduque Francisco Fernando y ahí estalló todo.

Por la determinación que mostraba para defender sus intereses políticos y por su impresionante fortaleza física, Otto Eduard Leopold von Bismarck-Schönhausen, más conocido como Otto von Bismarck, fue apodado El Canciller de Hierro.

El 4 de septiembre, tras la batalla de Sedán en 1870, derrotó a Francia en la llamada Guerra Franco-Prusiana, acabando para siempre con el Segundo Imperio, capturando y enviando al exilio al emperador Napoleón III y de paso, arrebatándole las provincias de Alsacia y Lorena, llegando hasta Versalles donde fue coronado el Káiser Guillermo I dando inicio del Nuevo Imperio Alemán.

Nació el 1 de abril de 1815 y falleció el 20 de julio de 1898, pero 20 años antes, en 1878, había predicho la Primera Guerra Mundial y señalado por qué y dónde se originaría.

El 28 de junio de 1914, hace 107 años, dos disparos de la pistola FN modelo 1910, accionada por el débil y enfermo joven Gavrilo Pricip. segaron la vida del Archiduque Francisco Fernando y su esposa Sofía en Sarajevo, episodio que sirvió de detonante para que estallara la Primera Guerra Mundial.

Pero ese episodio sólo sería la chispa. Los explosivos que dieron lugar a aquella espantosa conflagración, que dejó alrededor de 20 millones de muertos, ya habían sido acumulados de manera infame por los diferentes gobiernos.

30 años antes, ante la difícil situación que vivía una Europa llena de odios, de desbordantes nacionalismos, de gobiernos con ansias infinitas de poder y con una Francia sedienta de venganza tras la humillación sufrida en la Guerra Franco Prusiana, Otto Von Bismarck, el canciller De Hierro, gestor y padre de la unidad alemana, había previsto la monstruosa tragedia que se avecinaba:

-Europa hoy es un barril de pólvora y sus líderes son como hombres fumando en un arsenal. Una simple chispa desatará una explosión que nos consumirá a todos. No puedo decirles cuándo tendrá lugar la explosión, pero sí puedo decirles dónde: alguna maldita estupidez en los Balcanes la desatará- afirmó en 1878, con toda razón pues esa «estupidez» se produjo en 1914, con el asesinato el 28 de junio de ese año, del Archiduque, Francisco Fernando, quien era el heredero del Imperio Austrohúngaro.

Un año antes de que Bismarck lanzara su terrible y profética frase, en 1877, Bosnia y Herzegovina, con una población en su gran mayoría musulmana, que había permanecido bajo el dominio Otomano, pasaron a depender de Austria-Hungría, que después los anexionó a su imperio, frustrando los deseos y sueños de los serbios de unificar toda la región creando La Gran Serbia.

Ellos tomaron esa decisión de anexión como un insulto, una ofensa a su idiosincrasia y nacionalismo, dado que su ideal era establecer un país con todos los eslavos que habían quedado fuera de sus fronteras, al desmembrarse el Imperio Otomano.

Esa gran nación que pretendían los serbios -lo que después sería la desaparecida Yugoslavia- no podría darse si ellos seguían haciendo parte del Imperio Austrohúngaro. Por eso, era necesaria la insurrección, que se lograría la «estupidez» de que hablara Bismarck

La muerte del Archiduque, era considerada por los serbios, no como un inicio de la revolución deseada, sino como algo imprescindible, indispensable, para frustrar las aspiraciones del heredero, de lograr una paz permanente en toda la región.

La idea del heredero para conciliar voluntades e impedir la confrontación, era reconocer la autonomía de las minorías eslavas, a través de una total transformación total y absoluta de la Monarquía.

Esa transformación incluía darle igualdad de derechos a los serbios, colocándolos en condición de igualdad con los húngaros y austríacos, poniendo fin al sistema dual que imperaba desde 1867, dándoles la oportunidad de tener aspiraciones al trono.

Los serbios, desde luego, no querían eso. Ceder a las concesiones que otorgaba el heredero era tanto como retrasar el proceso de revolución, de insurrección que ellos buscaban para consolidar el sueño de la Serbia Grande.

Su aspiración no era otra que mostrar poder frente a las otras naciones eslavas, asumir su defensa frente al Imperio y al final, someterlos a todos y crear el reino deseado. Por ello, el duque debía ser asesinado durante su visita a Sarajevo el 29 de junio de 2014:

Los disparos de Pricip el heredero al trono, fueron el epílogo del plan ideado para el asesinato. Él, era apenas el último recurso. El tuberculoso y débil asesino, debió intervenir cuando falló el primer intento. Al paso del vehículo en que se desplazaban Francisco Fernando y Sofía fue lanzada una granada desviada de manera casual por el propio Archiduque.

De manera inmediata, la Triple Alianza -Alemania, Italia y Austria-Hungría- se levantó contra los serbios, pero Francia -que hacía parte con Rusia e Inglaterra de la Triple Entente- deseosa de vengar su derrota ante los prusianos en 1870 y recuperar Alsacia y Lorena, territorios que había perdido tra ser vencida en esa confrontación, le declaró a los alemanes.

Fue el inicio de los horrores y de esa terrible mortandad de la Primera Guerra Mundial