Una vez más la Superintendencia de Sociedades a través de su agencia en Barranquilla, actúa de manera persecutoria y eminentemente temeraria contra las empresas que conforman el conglomerado de medios de comunicación con la Cadena Radial de la Libertad y el Diario La Libertad, entre los más damnificados por la sistemática e irregular accionar de la señalada entidad.
No es la primera vez que la Superintendencia de Sociedades arremete contra las mencionadas empresas que se constituyen en verdaderos patrimonios de la ciudad de Barranquilla, tal como lo han reconocido desde mucho tiempo atrás la ciudadanía de bien de nuestra urbe.
No encontramos ninguna justificación en la actitud asumida por la señalada entidad, si tenemos en cuenta que los argumentos que se esgrimen para sustentar su irregular intervención, no se ciñen a las normas establecidas para esta clase de procedimientos, y el asunto que hoy nos ocupa carece de todo respaldo normativo.
Está bien que una de las funciones de esta Superintendencia de Sociedades consiste en asesorar al Gobierno Nacional y participar en la formulación de las políticas en todos aquellos aspectos que tengan que ver con la inspección, vigilancia y control de las sociedades comerciales y empresas unipersonales.
La de ejercer, de acuerdo con la ley, la inspección, vigilancia y control sobre las sociedades comerciales, sucursales de sociedad extranjera, empresas unipersonales y cualquier otra que determine la ley. No obstante, lo anteriormente expuesto todos sabemos que para el caso de los medios de comunicación no rigen estas funciones por lo que en el caso específico al que hoy hacemos referencia no es susceptible de la intervención de la señalada Superintendencia, por lo que resulta fácil concluir que la referida entidad está actuando de manera equivocada.
Llama la atención y es algo susceptible de aclaración por parte de los altos mandos de la mencionada institución, en el sentido que cuáles son los argumentos que le sirven de sustento a las equivocadas decisiones recientemente proferidas por dicha Superintendencia en las que se involucran a los medios de comunicación Cadena Radial de la Libertad y Diario La Libertad, actos administrativos con los que se causan inmensos perjuicios a las entidades a las que hoy hacemos referencia.
La actitud asumida por la señalada institución deja muchas dudas, en lo atinente a la posición asumida respecto a las posibles sanciones, si tenemos en cuenta que no se vislumbra un solo ápice de vulnerabilidad por parte de las señaladas empresas, por lo que la actitud asumida por la Superintendencia de Sociedades es violatoria de la normatividad que rige en materia de medios de comunicación, como es el caso al que hoy traemos a colación.
Sería pertinente que la Superintendencia de Sociedades proceda a revisar detenidamente este caso, si tenemos en cuenta que una injustificada intervención como la que se pretende llevar a cabo a los medios de comunicación antes mencionados, ocasionaría perjuicios no solamente económicos sino igualmente de carácter moral de incalculables proporciones, si tenemos en cuenta el inconmensurable valor cultural que ellos representan.
El llamado que hoy hacemos, es el mismo de la ciudadanía barranquillera y de la Costa Caribe en general: no dejen de rechazar la actitud asumida por la citada Superintendencia, que se ha ensañado contra nuestros medios de comunicación.