Cuatro municipios del Atlántico se declaran en calamidad pública por ola invernal

Buscar soluciones a la problemática por el aumento de los niveles del río Magdalena que afrontan los municipios de Campo de la Cruz, Suan, Repelón y Manatí es una prioridad hoy para sus alcaldes y por supuesto para las autoridades del Departamento, como es el caso la Subsecretaría de Prevención y Atención de Desastres del Atlántico, quienes unidos.

La decisión se tomó en medio de un encuentro sostenido en el corregimiento Las Compuertas, en el cual se analizaron las actuales condiciones de los cuerpos de agua en medio de la ola invernal.

La titular de la subsecretaria de Prevención y Atención de Desastres del Atlántico, Candelaria Hernández durante su intervención señaló que estudiarán estrategias y acciones para que puedan ser implementadas frente a situaciones de riesgo y peligro en la comunidad.

Exhortó a los alcaldes y sus comunidades a estar atentos al nivel del Canal del Dique y el río Magdalena., pues ahora lo importante es aunar esfuerzos y construir una hoja de ruta, que permita reaccionar y contrarrestar las inclemencias de la naturaleza en esta época de fuerte invierno que se avecina.

Wilfrido García, alcalde de Repelón, indicó que el principal motivo para declarar la calamidad pública es el actual nivel del río Magdalena, que se encuentra en 7.10 metros. Indicó que, de esta manera, se busca “llamar la atención” del Gobierno nacional para la ejecución de planes de contingencia.

Por su parte, el alcalde del municipio de Santa Lucía, Rehusen Martínez quien participó en el encuentro, indicó que son “preocupantes” los niveles que viene registrando el  Canal del Dique como consecuencia de las fuertes lluvias.

Conforme a Martínez, durante el encuentro de autoridades se pactó en solicitar a Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres y a Cormagdalena para que “centren su mirada en estos territorios y brinden soluciones concretas para garantizar la calma a la comunidad”.

Precisamente en Santa Lucía, varios campesinos de la zona han denunciado con notable preocupación porque sus cultivos han empezado a inundarse por el aumento progresivo de los niveles del río Magdalena.