Para sacar adelante el campo colombiano, el Consejo Nacional de Secretarios de Agricultura de Colombia (Consa), considera que se debe poner en marcha una política de desarrollo industrial agropecuario y destinar $15 billones del presupuesto nacional por año en el próximo cuatrienio.
El gremio que ha advertido los efectos de la guerra Rusia – Ucrania en el sector agropecuario del país, teniendo en cuenta que el 42% de los fertilizantes que importa el país provienen de Rusia y Ucrania, expresó que Colombia importa más de dos millones de toneladas de fertilizantes al año, principalmente urea, fosfato diamónico, fosfato monoamónico y cloruro de potasio.
Por el conflicto bélico, se han presentado a nivel mundial aumentos significativos, superiores al 50%, en los precios de fertilizantes. Estos incrementos traen en el caso colombiano, mayores costos de producción, menores áreas sembradas, menor oferta de productos de la canasta básica familiar y aumento de precios de los alimentos.
Ante ello, se considera urgente que el país desarrolle proyectos que le permitan producir fertilizantes NPK (nitrógeno, fósforo y potasio) para ir disminuyendo la dependencia de importaciones de estos productos.
La pregunta que surge es que tan preparada está Colombia para producir estos fertilizantes. Ya se ha indicado que en el país a no se producen fertilizantes y abonos porque se necesitan grandes reservas de materias primas, acompañada de desarrollo tecnológico, infraestructura e investigación.
Cabe señalar que el 85 % de los suelos presentan condiciones de acidez y baja fertilidad, por lo cual estos terrenos siempre requerirán de la aplicación de nutrientes por medio de la fertilización edáfica para suplir las necesidades de los cultivos.
Los principales cultivos que demandan fertilizantes son café, papa, arroz, palma de aceite, banano y maíz.
En Colombia no se ha desarrollado la capacidad para producir urea y por tanto no se sabe si hay reservas de gas suficiente llevar a cabo este proceso a escala industrial. En cuanto al fósforo, sí hay producción de este elemento, pero no alcanza para atender la demanda nacional y la calidad al parecer no es muy buena. Y la producción nacional de potasio es limitada, al no contarse con reservas minerales en altas concentraciones.
En medio de este escenario de incertidumbre por la guerra y del aumento de precios de los productos importados, el Gobierno Colombiano viene adelantando acciones para impulsar los cultivos del maíz y soya, así como disminuir las importaciones paulatinamente de estos y otros cereales.