Los esclavos eran explotados por los elitistas desde 1800; estas personas como una forma de burla y de liberarse de ese sometimiento era imitándolos y volviéndolos una forma caricaturesca, así nace la Marimonda.
Crearon allí, su máscara con orejas grandes, su nariz larga y sus ojos redondos reflejando la exageración de la clase más rica de esa época. Los inicios de este personaje en Barranquilla, recreaban los atuendos con los pantalones al revés, chaleco viejo, formando un atípico desorden en cada rincón de la ciudad como símbolo del típico costeño mamador de gallo, alegre, vacilador y por supuesto con muchísimo sabor.
Siendo un disfraz auténticamente barranquillero, teniendo una mezcla de primate y elefante, que representa el espíritu del hombre nacido en Curramba la Bella: el que le gusta divertirse sanamente, vacilarse a todos y sacarle una sonrisa a cualquier situación.
Cabe destacar que cuando este disfraz se pegó, no tuvo la acogida esperada, ya que en su afán de mofarse a todos, en especial de la clase dirigente era eminentemente clasista, realizaban gestos vulgares y sonaba un estrepitoso pito, llamado pea pea, desagradable al oído. Generando reacciones violentas de los que lo escuchaban, que le jalaban las orejas y su larga nariz, buscando una manera de defensa, la marimonda acogió una varita del árbol de totumo como otro insumo para su atuendo.
Con los años, la vida de la marimonda se había extinguido casi totalmente y en la década de los 70, el disfraz sólo era lucido por unos cuantos atrevidos.
Al pasar el tiempo un hombre que nació en uno de los sectores más antiguos y que se goza al máximo el Carnaval de Barranquilla, como lo es el Barrio Abajo, fue una de las personas que lució este disfraz en sus primeros años de juventud.
La nostalgia por atuendo de marimonda estaba latente en su corazón y sólo volvió en diciembre de 1983, cuando luego de una amanecida y aún bajo los efectos del alcohol, se sentó en un bordillo con un grupo de amigos para hablar del Carnaval.
Exactamente en una esquina que renace la idea de rescatar este disfraz, a través de la comparsa Las Marimondas del Barrio Abajo, una de las más llamativas, numerosas y organizadas de la Fiesta más grande del país, que este año se encuentra integrada por más de 200 personas.
A partir de allí, este personaje es denominado como “Un desorden ordenado”. Puesto que son cientos de comparsas que tienen como icono la famosa y aclamada Marimonda, con el propio sabor costeño y color barranquillero.