La colombiana Laura Gómez tiene un primer amor, el patinaje de velocidad sobre ruedas. Pero cuando ese primer amor te falla, aparece un plan B, el hielo, que le va a permitir en Pekín-2022 disputar sus segundos Juegos Olímpicos de Invierno, después de Pyeongchang-2018.
En ambas ocasiones, ha conseguido ser olímpica en hielo después de no haber podido ser seleccionada en ruedas.
«Al patinaje de velocidad sobre hielo llegué en 2017, cuando me quedé fuera de la selección colombiana de ruedas. Estar fuera fue muy difícil para mí. Pensé que como venía de la rutina de las ruedas, podía probar al hielo por seis meses. Nunca lo había pensado, pero logré clasificar hace cuatro años a los Juegos en Corea del Sur», explica la patinadora.
«En 2021, era el Mundial de ruedas en Colombia, que era el anhelo que yo tenía. Pero el plan B era el hielo. Me volví a quedar fuera de la selección de ruedas y el plan B se convirtió en plan A, con lo he logrado llegar a mis segundas justas olímpicas representando a Colombia”, añade.
Laura Gómez estuvo en tres Mundiales sobre ruedas antes de los Juegos de Pyeongchang-2018, pero después volvió a las ruedas. En el cuarto, después de aquel paso por sus primeros Juegos de Invierno, fue medallista mundial, con una plata en Barcelona en 2019.
Después vino la pandemia, pero antes hubo un campeonato sudamericano en Ecuador y salió campeona.
La doble experiencia, con su participación en Pekín-2022 el sábado 19 de febrero, no le ha hecho cambiar de amor y las ruedas siguen siendo su pasión, por lo que quiere volver a ellas cuando acabe Pekín-2022.
«Si me preguntan si me gustaría volver a la selección colombiana de patinaje sobre ruedas digo que sí», señala.
«Con el hielo he podido venir a China, ya que el deporte sobre ruedas no es olímpico, pero es mi primer amor. Es el amor más grande y si Dios me lo permite me gustaría volver allá», añade.