Por: Mariana Sierra Jiménez
Este lunes 7 de febrero en el municipio de Usiacurí se le brindará un homenaje al poeta Julio Flórez, en conmemoración del nonagésimo noveno aniversario de su fallecimiento.
El ilustre poeta boyacense fue acogido por Usiacurí en la etapa final de su vida y por ello se realizarán actividades alusivas a su historia y la imposición floral en el monumento que se encuentra a las afueras de la Casa Museo como es reconocida.
Julio Flórez nació el 22 de mayo de 1867 en la ciudad de Chiquinquirá, Boyacá, fue el séptimo de los 10 hijos del matrimonio de don Policarpo María Flórez y Doña Dolores Roa. Su hermano Joaquín Flórez (militar), vivió en la casa del poeta y lo acompañó hasta sus últimos años de vida.
Este personaje llegó a Usiacurí en 1908, a la edad de 41 años, por recomendación del médico barranquillero Julio Vengoechea quien le recomienda las aguas medicinales de Usiacurí para tratar un problema de salud estomacal llamado dispepsia. Venía procedente de España donde desempeñó un cargo diplomático como secretario de la embajada de Colombia, al desembarcar en el muelle de Puerto Colombia fue recibido por una comitiva de amigos y seguidores, pero decide ir directamente al pesebre del Atlántico.
Durante su estadía en el municipio de Usiacurí fue invitado al acto de clausura del año escolar de la escuela municipal, allí conoce a una joven llamada Petrona Moreno (1892-1954), quien en el marco del programa de clausura declama sus versos, el poeta quedó cautivado con la joven de 16 años.
En el año 1910 Julio Flórez compra una casa de bahareque en el municipio y en ella conforma un hogar al lado de Petrona y sus cinco hijos: Cielo (25 Nov. 1909), León Julio (9 Sep. 1912), Divina (1 Feb. 1914), Lira (8 Oct. 1917) y Hugo (17 Dic. 1919), todos fallecidos, sus descendientes son 14 nietos y más de 28 bisnietos, la mayoría vive en la ciudad de Barranquilla. Y en el año 1914 fue remodelada la casa tal como se puede observar actualmente.
El poeta escribió una obra poética que consta de 10 libros publicados y cientos de poemas inéditos. Los títulos de sus libros son: Horas, lo escribió a la edad de 17 años, posteriormente Cardos y lirios, Cesta de lotos, Manojo de zarzas, Fronda lírica, Gotas de ajejo, Flecha roja, De pie los muertos, Has de espinas y finalmente como homenaje póstumo se edita en el año 1943 Oro y ébano, que recoge gran parte de su última producción poética. Entre sus poemas cumbre están: Mis flores negras, Todo nos llega tarde, Idilio eterno y La araña.
Julio también fue llamado como el divino Flórez, el último romántico, el Caballero del Romanticismo, el Príncipe de la Poesía Castellana y el bardo del pueblo.
Para Julio Flórez, Usiacurí fue la cura de sus tristezas, aquí conoció el amor y disfrutó la felicidad que le proporcionaban sus hijos y el contacto con la naturaleza, a la que denominó la selva redentora, esto hizo dar un giro a su poesía, pasando de versos tristes y combativos, a una poesía madura y más serena. Lo que significó este terruño en la vida del poeta se puede observar en los siguientes versos de su poema ‘Mi retiro en el monte’.
«La mentira social, el placer mismo cien veces apurado en una hora, me arrancaron del fondo del abismo lanzándome a la selva redentora. Hoy mi canto es más puro, es más sereno porque es ahora mi pensar más sano, Canto en la soledad a pulmón pleno…»
El 14 de enero de 1923, fue coronado en Usiacurí como el poeta nacional, exaltación que le hace el presidente Pedro Nel Ospina y organiza el acto el gobernador del Atlántico general Eparquio González, suceso sin precedentes en la historia del municipio de Usiacurí y el departamento del Atlántico. En Colombia este honor solo lo han obtenido dos poetas Julio Flórez y Rafael Pombo.
Fallece a la edad de 56 años en este municipio, el 7 de febrero de 1923, debido a un cáncer en la glándula parótida del oído izquierdo, y aquí sus restos reposan, dando cumplimiento a su disposición testamentaria.
Después de su fallecimiento, su casa comenzó a ser visitada, los hijos del escritor la denominaron Casa Museo Julio Flórez porque guardaba la historia de su padre, aunque su funcionamiento era de una vivienda familiar, en ella residió la familia Flórez Moreno hasta el año 1934, fecha en que se trasladan a Barranquilla, la esposa del poeta deja encargada de su cuidado a una sobrina, la señora María Camargo de Robledo, quien vive en ella durante 65 años. Las autoridades y academias literarias rindieron diversos homenajes a la memoria del poeta.
Dentro de la casa se encuentran exhibidas fotografías de sus padres, esposa, hermanos, su testamento, documento en el que prohíbe que sus restos sean trasladados fuera de Usiacurí y que su tumba quede en su casa para sus hijos jueguen sobre ella, de igual manera dispone que se ponga como único epitafio en su tumba ‘Julio Flórez Colombiano’, demostrando su gran amor a la patria. También, su cama metálica donde murió el poeta, un Sagrado Corazón como testimonio de su reconciliación con la iglesia católica y la cómoda donde guardaba sus pertenencias, la réplica del óleo titulado Simón Bolívar que le fue entregado como invitado especial en la celebración del Centenario de la Independencia de Colombia que se encuentra ubicado a la entrada de la vivienda, sus muebles, coronas, cartel de muerte, su carabina calibre 22 y su vitrola. En el año 1998 la vivienda donde reposan los restos del poeta queda deshabitada.
“En el año 2001 la vivienda presentaba un alto grado de deterioro por el abandono y la Fundación para la Cooperación y el Progreso de Usiacurí, Coprus, solicita autorización a los hijos del poeta Julio Flórez, para gestionar la restauración del lugar, en el marco de un modelo de innovación social que venía liderando, denominado Crecer, Cultura y Economía Creativa en Entornos Rurales, modelo que toma como ancla la salvaguarda del patrimonio cultural del sector Julio Flórez del municipio de Usiacurí, para estimular liderazgos como actores de cambio social, para que sean capaces de creer y trabajar en sus sueños y aportar valor a la zona”. explicó Margarita Macías, directora del inmueble patrimonial.
Por medio del modelo de innovación social que busca mitigar los niveles de pobreza monetaria del sector Julio Flórez, se logra gestionar las declaratorias de esta casa histórica como patrimonio municipal, departamental y nacional, se gestiona la fase de reinversión de su restauración quedando los proyectos terminados con todos los estudios pertinentes y se gestiona un aporte del departamento del Atlántico para su mantenimiento.
Hoy, el inmueble patrimonial Julio Flórez es un Monumento Nacional que se conserva y exhibe como atractivo turístico del municipio de Usiacurí y la administración municipal viene promoviendo y promocionando su obra poética a través de la Biblioteca Julio Flórez y la Institución Educativa Municipal.
Por último, resalta la directora de la fundación Coprus “la asistencia y participación al evento de cada uno de los habitantes del país, que cada año rinde homenaje al poeta y escritor por su fallecimiento, ya que el próximo año llega a su centenario, y que esta tradición debe ser trascendida de generación en generación para la salvaguarda del patrimonio”.